jueves, 24 de febrero de 2011

Lo envenenaron...(sic.)

Ante las reiteradas alusiones de hugo chávez sobre el envenenamiento de su padre histórico, otro creyente en la revolución del castrismo cubano cuenta su versión literaria:
Fuente
La literatura moderna, de la mano de Gabriel García Márquez, nos ha dejado una referencia muy descriptiva de la aplicación de la cantárida y sus consecuencias. En su libro “El general y su laberinto” describe los últimos momentos de Simón Bolívar; un fragmento es el siguiente:
Temiendo una congestión cerebral, lo sometió a un tratamiento de vejigatorios para evacuar el catarro acumulado en la cabeza. Este tratamiento consistía en un parche de cantárida, un insecto cáustico que al ser molido y aplicado sobre la piel producía vejigas capaces de absorber los medicamentos. El doctor Révérend le aplicó al general moribundo cinco vejigatorios en la nuca y uno en la pantorrilla. Un siglo y medio después, numerosos médicos seguían pensando que la causa inmediata de la muerte habían sido estos parches abrasivos, que provocaron un desorden urinario con micciones involuntarias, y luego dolorosas y por último ensangrentadas, hasta dejar la vejiga seca y pegada a la pelvis, como el doctor Révérend lo comprobó en la autopsia.
Gabriel García Márquez, “El general en su laberinto”.

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