Un señor vendía cangrejos contenidos en dos baldes con agua, uno que destapaba y volvía a tapar tan pronto sacaba algunos de ellos y el otro sin tapa alguna, pero también lleno de cangrejos. Al preguntar por la razón de la diferencia en el trato a los cangrejos, éste respondió que los del primer balde eran del hemisferio norte y los del segundo una subespecie del hemisferio sur:
"Si no fuera por la tapa, los norteños se ayudan para que uno de ellos alcance el borde, y así cada uno que logra asirse del borde, jala afuera a otro de ellos. Compañerismo cangrejil...
Y los cangrejos sureños no necesitan tapa alguna, porque cada uno de ellos evita celosamente que alguno trate de subir o llegar al borde del balde. Que nadie surja por el bien de todos en el balde!"
Y los cangrejos sureños no necesitan tapa alguna, porque cada uno de ellos evita celosamente que alguno trate de subir o llegar al borde del balde. Que nadie surja por el bien de todos en el balde!"
Sin más, aquí y de balde... mis experiencias con los del sur:
[Para quien prefiera la versión corta, leer lo resaltado en negrita]
Pese a que alguna que otra vez el señor Hugo Zuna explícitamente me dio ciertas libertades en su banco de sangre, siempre traté de pedir permiso para muchas cosas que otros considerarían ya tener carta blanca, pues por razones típicamente humanas, en ámbitos oficinales siempre hay empleados que gustan gozar de sus atribuciones, celosía o capacidad de control sobre otros, aún más si no se está en la misma nómina o condición laboral.Y bien, en general, fuera de usar los ordenadores... Sin consultar, nunca hice uso de las impresoras para fines privados.
Y fuera del que me regalaron, no me llevé un solo marcador, bolígrafo, papel o artículo afín, pese a que tenía todo al alcance de la mano. No es mi estilo el robo, peor al estilo hormiga. Abran cualquiera de los casilleros del personal del Banco y se sorprenderán lo que acarrean como suyo cierto personal del "banco de útiles escolares".
Los componentes de PC que tengo -y desde luego: devolveré cuando me permitan pasar la entrada del banco- los llevé avisando de las razones a alguien de la administración.
Oscar S. me encomendó justo antes de irse de vacaciones que me encargue de la PCStation del laboratorio, que nuevamente estaba fuera de función. Llegué un sábado y preparé a las 1 p.m. pescado con vegetales en el horno de microondas. De las tres o 4 presentes ninguna me dijo que NO estaban de acuerdo con lo que hacía o que actuaba contra las normas no escritas del BZ. Para colmo, la puerta de la administración tenía puesto el candado y conseguir la llave significaba esperar 2 horas a que llegue Pablo. Como no tengo sangre de ladrón... pero sí la actitud comedida y despreocupada, sin mucho dudar, entré por la ventana. Las correveydile y los comedidos a contarlo como un acto vandálico o violento sobraron. Y por lo visto... a nadie más que a alberto roca!
El martes volví a la administración y ni Oscar S. ni el Dr. Zuna me espetaron mis actos del sábado. Tan sólo les aclaré que el PCStation TS05 era un dispositivo inestable. Ninguno nombró la sabatina violación del área administrativa ni acusó el uso indebido de la cocina. Y ya yo ni los recordaba y ni siquiera se me ocurrió considerarme un violador de estatutos de la entidad.
El miércoles siguiente estaba yo a las 3 p.m. en el BZ y como recordaba que tenía el resto de pescado congelado molestando en el refrigerador y estaba con hambre, sin pensar las consecuencias del olor cruzando pisos o desconociendo las circunstancias, usé el bendito microondas.
Antes que esté cocido completamente el pescado llegó federico alberto roca aguilera
[f. a. r. a.], dirigiéndose inadvertidamente a mí y casi gritando que "eso está prohibidísimo!"
[f. a. r. a.], dirigiéndose inadvertidamente a mí y casi gritando que "eso está prohibidísimo!"
Entonces recién tomé nota del revuelo que causó el pescado en el balde de cangrejillas sureñas y respondí que entendí que no era adecuado mi proceder como cocinero fuera de hora (en la perorata rocaguilera, quien vino a nada más que ponerme en su lugar... supe que el horno no era parte de la cocina del BZ, sino propiedad y uso especial de ellas. Y para colmo era la segunda vez, como él me lo recordó)
Para afinar las cosas, f. a. r. a. me espetó que tan "sólo sos un técnico externo... ...y no parte del personal..."
De acuerdo! Siempre he sido consciente de eso y me lo habían recordado y demostrado a lo largo de los años alguno de los empleados, entre ellos "Musculitos". Y ciertamente... y con saña: "federico a. r. a., el controlador inepto". Y a excepción de dos, una a una casi todas las cangrejillas sureñas.
"...Que no respeto nada ni a nadie... ...que uso las tazas de todas/os... ...que abro el refrigerador..."
Y no sé ya qué cuentos de vivencias pasadas entre cangrejos dentro del balde!
Todo minuciosamente enumerado: el paquete completo de los últimos 7 años, con lujo de detalles sobre cosas que no correspondían al caso, pero como corresponde a todo diestro busca-bochi. Vaya remembranzas las de federico, el cangrejo sureño jefe!
Y no sé ya qué cuentos de vivencias pasadas entre cangrejos dentro del balde!
Todo minuciosamente enumerado: el paquete completo de los últimos 7 años, con lujo de detalles sobre cosas que no correspondían al caso, pero como corresponde a todo diestro busca-bochi. Vaya remembranzas las de federico, el cangrejo sureño jefe!
Mi respuesta contó entonces adecuadamente la palabra miserable, pues era una actitud miserable nombrarme cosas que no tenían mucho fundamento ni venían al caso. Pero por lo visto, la cosa era joder a alguien y qué mejor oportunidad que olor de pescado saliendo de la cocina de un banco de sangre. Mientras no sea el olor a morcilla. ;-)
Aunque he usado un par de tazas, a lo largo de los años alguna tuve que usar...! Enójese el asqueroso o asquerosa que sea... Aunque sí sabemos que más de una de sus dueñas no tuvo problema de intercambiar humores con otros colegas y sereno. No nombro ni apunto... pero cada cual con su hipocresía de asquerosilla sabe del sabor del semen del colega de paso. Pues hay cosas que se saben y otras que se cuentan entre hombres y más aún de unas que por conseguir algún trato preferencial (para conectarse a la Web) me contaron más de la cuenta... . Que crean que manipulan a cualquiera a costa de secretos (a susurros), pero los ajenos. Me reservo el nombrarlas.
En la UT me pedían de modo subliminal que limpie los grumos de pan caídos al piso, o seque las gotas de agua hervida de la mesa (para que puedan sentarse ellas a comer), cuando otros días encontraba lo que parecía una zona de merienda administrada por chinos.
Tazas ajenas? En la UT del BZ tomaba sólo té con un poco de dulce de leche en un frasco de mermelada que rodaba por ahí. Que no se quejen por eso!
Cuando finalmente traje una taza (ya desportillada, pues conocía a las crustáceas!), se dieron pronto modo de dejarme papelillos de aviso de lavarla, pese a que por salir a tiempo tras quienes se iban de últimas, la escondía bajo el escritorio y en fin: no tardaron en botarla.
Luego opté por tomar sólo de las copas de vidrio, pero hasta eso me negaron más de una vez, entre ellos f. a. r. a. Me insinuaron que yo las rompía...Vaya! Hasta que al fin establecí con Oscar que sí usaría las copas. Y eso hice desde entonces.
Que no respeto nada?
Nada como chapalear en el balde de las cangrejillas del BZ!
Con tales razones y las que me acababan de espetar al buen y puro estilo rocaguilero, ya estaba decidido a abandonar semejante balde de sureñas y expresé a Oscar S. que mejor vayan buscando un técnico que sepa su lugar de tercerizado y haga buenas migas con las buenas chicas del personal.
Sí, alguien que cobre a beneplácito de f. albertito r. (que siempre trató de poner precio a todo servicio que me pedía, como cuando buscaba quién compre e instale la iluminación de emergencia), reprochando cosillas como que si el equipo de Oscar S. costó 700 US$ -cobre yo "700 US$ por mantenerlo"). Alguien que aguante sus constantes bromitas de mal gusto que tocan más abajo del ombligo y acate sin chistar sus locuras de ahorro de agua y energía al usar la caldera eléctrica y desconexión del aire acondicionado. En suma, alguien que pese a "no ser parte del personal"... "respete" a las dueñas y a sus "tazas", cucharas, copas, "horno de microondas" y sobre todo que "no abra el refrigerador" y que "tan sólo tome una taza de té o café" ("sic.: f. albertito r. a.")
Como sea, no puede éste, a cierto estado de las circunstancias que él mismo creó y fomentó, esperar y para colmo (de un momento a otro que él mismo determina y al poco rato de su perorata por irrespeto a las cosas de la cocina) exigirme que le demuestre respeto con el usté si el voj se lo ha ganado a punta de gozo y burla en persona ajena, lo cual respondí.
No puede además, 15 segundos después, acordar unipersonalmente en una muestra de lucidez, que desde ese momento, "ambos debemos usar el Usté!" Y esperar que se le dé el trato de respeto (Usté)... si -imagíneseusté- él no parece captar que eso es un trato recíproco y nadie, sino un idiota, esperaría que le dirijan el diga-Usté mientras (él) se campea (conmigo) con el vos-respetáme.
Y yo que tengo algo de irreverencia con pequeños-grandes-mediocres-titulados de su talla... le corregí uno a uno (y de modo tierno y adecuado) sus notorios intentos de tutearme, mientras me exigía el usté. Quienes en la administración fueron testigos de mi retahila de enmiendas a su propuesta de respeto unívoco, me darían la razón, si demostraran imparcialidad. Las cosas como son.
Finalmente, dolido en su amor propio, liberó al indígena de sus ancestros y me gritó fuera de sí que me vaya del BZ ya mismo... Le dije que estaba de acuerdo y que sabía dónde quedaba la salida, pero por lo visto, él quería dirigirme a su estilo por ella, a empujones, como habrán hecho con él alguna vez.
En el pasillo, consideré recordarle lo que todos pensaban de él, pero ninguno/a se atrevería a decirle, que era un perfecto miserable! Lo que le desnudó el simio plurinacional de su fina estampa. Y empezó a usar palabras más delicadas contra mí, como CARAJO y no recuerdo qué mas... curiosamente indignao por haber sido nombrado por su calificativo correspondiente y sobre todo porque no le rendí tributo a su doctoría, que le dijera usté y él me siguiera maltratando con su voj-respetame... Y créame quien me lee, si lo cuento: Vierausté el indiaco que tenía tras mí!
Y pues, no es exagerado repetirlo: albertito, no sólo te has comportado más de una vez de modo miserable con Martha Z. y otros entre los que me cuento, y te lo preciso:
--Sos un pobre MISERABLE con título de doctor... y espero que de tu nivel hayan pocos, porque uno de tu estilo basta y sobra en cualquier institución!
Enfurecido como corresponde a un tipejo amarrete, ruín y sin cultura (si es que la burla constante a costa de otros es un arquetipo de cultura del chistosito coprófilo y necrófilo jovial que apesta en todo ambiente de trabajo con su llevaytrae de correveydile), ya decidido a mostrarme su verdadera personalidad, se comportó como un gorilín de lenocinio tratando de patearme (puesto que el roce en mi trasero no fue una ilusión: O esquivé instintivamente en gran parte el intento o no se animó a hacerlo con firmeza). Y sobre todo: decidido a empujarme para que baje de mejor modo los peldaños hacia la planta baja. Lindezas de la vida: Tan sólo me faltaban las nenas del lenocinio vociferando a coro. Y yo de retro... dispuesto a esquivar su posible patada final en la entrada o salida del edificio...
Qué comportamiento más vergonzoso para uno que dice haber estudiado en el extranjero (Lovaina, Bélgica)!
Un gorilín de lenocinio, dizque médico... botando un técnico non grato!
Quizá por suerte para él, no es mi estilo bajar las escaleras arrastrando por delante un patea-técnicos, agarrando sus solapas, ni devolverle la buena intención de su cordial trato, acorde a las costumbres desta tierra.
Si fuera de él, alguien o todas... no estaban de acuerdo con mi presencia, proceder o servicios o sus costos, que me lo digan en la administración y listo, me voy sin necesidad de semejante estilo rocaguilero. Pero quien ama escándalos, no necesita ni banda para ello.
Y qué escándalo! No para mí, sino para el Banco Zuna como institución... pero seguramente es mi sesgada percepción de las circunstancias: Que albertito procedió como debía hacerse en nombre de la institución... bien, entonces que conste en la memoria internetiana de este documento.
Y para remate, como pequeña anécdota dirigida a su especialidad médica, me basta recordar la alocución en la UT del Banco Zuna con un familiar de un receptor de escasos recursos y bajo nivel social; en la que albertito roca aguilera saltaba del vos al usté como un pobre pelele que no sabe diferenciar si está hablando con su empleada doméstica o la ministra plurinacional de asuntos indígenas, más preocupado por "asegurar ventajosamente" las unidades de sangre que asesorarle como hematólogo.
Una vergüenza galena descomunal, vierausté! Cualquiera con cierto nivel de español y cultura hubiese reventao ante tal prepotente!
Una vergüenza galena descomunal, vierausté! Cualquiera con cierto nivel de español y cultura hubiese reventao ante tal prepotente!
Por suerte la señora (quizá alfabeta funcional, por uso de frases poco estructuradas) estaba más dedicada a conseguir sangre para su pariente, que por espetarle el modo de dirigirse a cualquiera que no tenga su condición de "académico bata-blanca". Cosasdestaplurinación, créameusté!
Agradezco la confianza de Oscar S., del Dr. Zuna y Dr. Tito, la que no he defraudado. Soy correcto con quienes me son correctos. Y agradezco también por eso.
Bueno... si hay una razón para quien guste buscarla, acepto que los 15-20 minutos de olor a pescado de un horno de las cangrejillas, las del sur, fue sin pensar que no era la hora adecuada o que hay estómagos delicados de carnívoros que detestan a deshora tales olores... Pero en fin, si gustan, que sea considerada como abuso de mi parte. Y todas las veces que entré por la ventana. Lo mismo por los cientos de veces que abrí el refrigerador sin permiso. La leche en polvo y los panes viejos con mantequilla que me he comido, muchos sin preguntarle a nadie. Acorde al grito lastimero de la putilla de laboratorio, que luego no aceptó ni las disculpas ni los 2 Bs por su pan:
"Ssee coomiiieeroooonn mmii ppaaaaaaaaaaaaaaannnn!"
"Ssee coomiiieeroooonn mmii ppaaaaaaaaaaaaaaannnn!"
Como sea, las disculpas están ya de más. Demasiadas veces aborrecí los delicados golpes de pinzas a mis espaldas propinados por cangrejos del Banco Zuna. Suerte con Federico, el cangrejo mayor y sus cangrejillas septentrionales.
Con delicia,
un técnico de tantos
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