Górecki, el sacro minimalista refirió:
Pero nunca escribí para un grupo de lectoras para confirmarles la primera impresión que tienen de mí, que yo sea un misógino descontrolado y amoral. Si creen ellas que las odio desde lo más recóndito de mis sinapsias y lo más profundo de mis cuerpos cavernosos, que no me lean... Que me amen.
I do not choose my listeners. What I mean is, I never write for my listeners. I think about my audience, but I am not writing for them. I have something to tell them, but the audience must also put a certain effort into it. But I never wrote for an audience and never will write for because you have to give the listener something and he has to make an effort in order to understand certain things. The same thing is true of poetry, of paintings, of books. If I were thinking of my audience and one likes this, one likes that, one likes another thing, I would never know what to write. Let every listener choose that which interests him. I have nothing against one person liking Mozart or Shostakovich or Leonard Bernstein, but doesn't like Górecki. That's fine with me. I, too, like certain things.[14] --Henryk Górecki, compositor polacoParafraseando a Górecki, yo tampoco es-cojo a mis lectoras (es). Lo que yo pienso es que casi nunca escribo lo que ellas gustan leer. Pienso sobre mis lectoras, pero no escribo para ellas. Tengo algo que decirles, pero ese grupo debe poner un cierto esfuerzo en ello para entender ciertas cosas. Esto es verdad en la poesía, pintura, música y otras artes. Si yo consideraría que una gusta de ésto u otra de aquello, nunca sabría que escribir.
Pero nunca escribí para un grupo de lectoras para confirmarles la primera impresión que tienen de mí, que yo sea un misógino descontrolado y amoral. Si creen ellas que las odio desde lo más recóndito de mis sinapsias y lo más profundo de mis cuerpos cavernosos, que no me lean... Que me amen.
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