“MANUAL DEL PERFECTO IDIOTA LATINOAMERICANO”
| Manual del perfecto idiota latinoamericano | |||
|---|---|---|---|
| Autor | Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner, Álvaro Vargas Llosa | ||
| Tema(s) | ensayo | ||
| Idioma | español | ||
| Editorial | Plaza & Janés | ||
| País | |||
| Fecha de publicación | 1996 | ||
| Páginas | 3361 | ||
| ISBN | 0553060600 | ||
| Serie | |||
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Manual del perfecto idiota latinoamericano... y español
que incluye un capítulo adicional y un prólogo diferente.3
El manual 
del perfecto idiota Latinoamérica escrito por Mario Vargas Llosa, Plinio
 Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa es un 
libro de estilo irónico y fuerte (como su nombre lo describe) que con 
base en datos y conocimientos empíricos muestra la forma de ser 
realmente de los latinoamericanos, somos un sinónimo de marxismo o 
izquierdistas, pero con unas características y particularidades propias 
de un “idiota”:
Proviene de una familia de clase media o baja y por ende es acomplejado y resentido
su origen aproximadamente es de los años posteriores a la independencia
 de nuestro continente, con una figura de “analista político” 
(antiimperialista), del que surgen 2 tendencias:
1. 
“Marxismo de los Bolcheviques Rusos”, representado por José Carlos 
Mariátegui (1895-1930): para él, el problema indio era un conflicto por 
la posesión de las tierras.
2. “El nacionalismo estatizante de 
los mexicanos”, representado por Víctor Raúl Haya de la Torre 
(1895-1981): si en Europa el imperialismo era la última fase del 
capitalismo, en América Latina (según el análisis 
Espacio-Tiempo-Historia) era la primera.
Recibió una educación o formación marxista 
Interpreta los acontecimientos de acuerdo a su ideología (marxista)
A medida que avanza en edad considera conveniente al régimen que impera entonces, formando parte del poder público
Habla con otros idiotas, que son sus amigos de la actualidad (política,
 economía…), de nuestra pobreza por que “los países ricos nos roban”
Pertenecer a la postura “Antiyanqui” que es el odio hacia Estados Unidos. Fluye de 4 orígenes:
- Cultural: Anclado en la vieja tradición hispanocatólica
 - Económico: Consecuencia de una visión nacionalista o marxista de las relaciones comerciales y financieras entre “el imperio” y las “colonias”
 - Histórico: Derivado de los conflictos armados entre Washington y sus vecinos del sur
 - Psicológico: Producto de una malsana mezcla de admiración y rencor que hunde sus raíces en la envidia
 
Es
 tanto el odio del idiota hacia Estados Unidos que pensamos que son 
neuróticos, ladrones de cerebros ajenos y explotadores; aunque no es que
 ellos nos roben todo lo que produce, sino que se embolsilló los 
recursos esenciales y luego construyó sobre ellos su riqueza propia.
Es una persona que vive quejandose y criticando su trabajo, su gobierno
 (que nos da “remedios” para hundirnos cada vez más) y a su país, el 
cual cree que es pobre por culpa de los ricos “la riqueza de América 
Latina es directamente proporcional a, y causada por, la riqueza 
norteamericana o europea”, ideología que el Venezolano Carlos Rangel 
bautizó como “Tercermundismo” en el cual su objetivo es acusar (y si 
fuera posible) destruir las sociedades desarrolladas y no desarrollar 
las atrasadas; pero en este libro se rechaza esta afirmación “es 
evidente que si la riqueza es una creación y no algo ya existente, la 
prosperidad de un país no es producto del hurto de una riqueza instalada
 en otro lugar”, si los 6 billones de dólares que produce Estados Unidos
 son 8 veces lo que producen Brasil, México y Argentina (“las tres 
mayores economías latinoamericanas”) juntas; y para decir que la pobreza
 de unos es causada por otros es cierto es necesario que estos 3 países 
produzcan o hayan producido igual o mayor cantidad que Estados Unidos.
Estamos
 tan empeñados en culpar a alguien y no nos preocupamos por nosotros 
mismos y salir adelante como lo ha hecho Chile, que aplicó un modelo de 
liberalismo económico y la privatización de las empresas.
Aquí, el libro “Las Venas Abiertas de América Latina”
 de Eduardo Galeano en el tenemos un papel de víctimas porque siempre 
hay alguien (país, empresa o persona) que tiene la culpa de nuestra 
pobreza, pero no reconocemos que tenemos la responsabilidad de hacer 
nuestro propio destino, según este “los países ricos ganan consumiendo 
los productos latinoamericanos mucho más de los que América Latina 
produciéndolos”; es considerado como la “Biblia del idiota”, en el cual 
se critican varias de sus ideas como la anterior, dice que Galeano no es
 capaz de entender que “si los latinoamericanos no exportan y obtienen 
divisas a duras penas podrán importar” “los impuestos que pagan los 
consumidores de esos productos no constituyen una creación de riqueza, 
sino una simple transferencia de riqueza del bolsillo privado a la 
tesorería general del sector público (donde es probable que sea mal 
utilizada, como con los gastos del estado en un gobierno de idiotas)”.
Debemos
 reconocer nuestra culpa en no alcanzar un desarrollo económico, antes 
que asumir un papel de víctima. Se dice que en Latinoamérica se exportan
 materias primas baratas y se importan productos industrializados mas 
caros, pero esto no es real: de las 10 empresas latinoamericanas que 
tuvieron mayores ventas en 1993, sólo 4 venden sus materias primas.
En
 el caso de Cuba tras la desaparición del Bloque del Este “parece 
desesperado de querer abrirse las venas para que el capitalismo le 
succione la sangre”, pero según Eduardo Galeano lo razonable es apearnos
 en cualquier esquina de ese mundo cruel en el que hay “malvados poderes
 capitalistas empeñados en saquear a los latinoamericanos…” y tomar el 
camino opuesto: la gloriosa senda cubana. 
Pero nuestro idiota 
latinoamericano no se da cuenta de la realidad, admira a Cuba por 
librarse de las potencias y seguir el socialismo; pero esta Cuba 
mantiene la tasa de natalidad más baja del continente (por el control de
 natalidad: Abortos masivos, que se basa en cierto número de habitantes 
por km²) y la más alta de suicidios, también miseria y hambre porque el 
último recurso que les queda es: el turismo, ya que no pueden exportar; 
que se le debe al gobierno de Fidel Castro, al que están sometidos. 
“solo
 una revolución puede cambiar la sociedad y sacarnos de la pobreza” por 
nuestro pasado podemos ver que las revoluciones de nada sirven, solo 
para empobrecernos más, “Con frecuencia el objeto de esta violencia no 
es la oligarquía o el imperialismo, sino el pobre” Esta afirmación es 
totalmente verídica, y lo vemos en nuestra actualidad las víctimas de la
 violencia siempre son los mas pobres: en el campo, en los 
enfrentamientos militares las personas que resultan afectadas son los 
más pobres, a los cuales les quitan todo y les destruyen su hogar.¿A 
cuántos de los grandes industriales, comerciantes, políticos y personas 
importantes han matado? Muy pocos, pues los que sufren la violencia son 
los pobres o los soldados (la mayoría son campesinos que no tenían 
dinero para estudiar en la ciudad) que mueren por nosotros.
Somos
 pobres porque nos preocupamos de que los demás sean ricos y no por 
nuestros verdaderos problemas, y uno de estos es la deuda de los países 
latinoamericanos con el banco internacional, la cual es “la causa de 
empobrecer a estos países” cada vez prestamos más y no pagamos, pero no 
se da represalia alguna por lo cual esto se nos vuelve como un vicio.
El
 estado del idiota cree que hace justicia, “defendiendo” los intereses 
de las personas frente a los capitalistas, es un estado centralista y 
planificador, que se sostiene por imposiciones; no corrige las 
desigualdades sino que las intensifica (el más pobre sigue siendo mas 
pobre y el rico más rico), creen que el socialismo o “de izquierda” (que
 apoya la violencia) es la salida, pero Fidel Castro (presidente de 
Cuba), Alán García (ex presidente de Perú) o Salvador Allende (ex 
presidente de Chile) dan un ejemplo de lo contrario, de que es un 
fracaso y así solo quedaremos en la ruina. Se propone el Liberalismo 
como única alternativa, en el cual hay competencia en el mercado 
(posibilidades de exportar e importar) y el estado se pone al servicio 
de la productividad.
En el capítulo de “El fusil y la Sotana” se
 habla de la teología de la liberación, la iglesia se vuelve un soldado 
en la lucha de clases. Algunos obispos y teólogos se entusiasmaron más 
de la cuenta con la idea de “iglesia comprometida” y creyeron que había 
llegado la hora de dedicarse al socialismo con sotana.
“Los 
clérigos progresistas son acusados de querer bajar el cielo a la tierra 
mediante un prédica ideológica con velo de espiritualidad” pero lo que 
consiguen con esto es desprestigiar a la iglesia.
La religión 
puede mezclarse con la política, esto convoca la sombra del oscurantismo
 inquisitorial y del estado confesional; no se le puede negar a un cura 
trabajar a favor de la sociedad a través de la prédica y la educación. 
Todo
 lo anterior, lo podemos comparar con un ejemplo de la actualidad: el 
TLC (Tratado de Libre Comercio) en Colombia; que aparece hoy como la 
opción más importante y viable que tiene Colombia en el contexto de la 
integración internacional, llegar a un acuerdo con Estados Unidos. Este 
sirve para asegurar que Colombia obtenga los beneficios de una 
reactivación significativa de la inversión y el empleo. Este comprende, 
además del intercambio de productos industriales y agropecuarios, normas
 sobre inversión, servicios, compras del sector público, solución de 
controversias, propiedad intelectual, subsidios, medidas compensatorias y
 políticas de competencia, laborales y ambientales.
Basándome en el perfecto idiota latinoamericano: en Izquierda
 esto seria lo peor que va a hacer Colombia, pues se puede pensar que lo
 que quiere Estados Unidos es aprovecharse de nuestra pobreza y 
enriquecerse con nosotros; pero si esto fuera así ya se hubiera 
apoderado de nosotros y no regresaría (simplemente nos “roba” y se va). 
En Derecha sería una forma de abrirse al mercado internacional, tener más oportunidades de negociación y trabajo.
Finalmente,
 me pareció un buen libro que nos lleva a pensar sobre nuestra realidad y
 por dignidad nos impulsa a hacer algo por cambiarla. Pienso que 
deberíamos buscar verdaderas soluciones para tantos problemas que 
tenemos, como: A nuestras materias primas, mientras que las tenemos 
debemos sacarle el mayor provecho que se pueda; dejar de preocuparnos 
por los demás y empezar a preocuparnos por nosotros mismos; no usar más 
violencia para acabar la violencia y saber elegir nuestros gobernantes, 
que quieran lo mejor para nuestro país pero no solo con palabras, sino 
con hechos!


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