«Sit tibi terra levis» es una locución latina que se puede traducir como
«Que la tierra te sea ligera».
Era utilizada en el mundo romano precristiano como epitafio, frecuentemente abreviada concluyendo las lápidas con sus iniciales: S·T·T·L.
Evoca de forma muy poética la angustia que produce el pensar en el peso de la tierra sepulcral oprimiendo el cuerpo que yace bajo ella. Se dirige directamente al difunto, lo que implica una idea de trascendencia.
Se documentan variantes como T·L·S («Terra levis sit», «Que la tierra sea ligera») o S·E·T·L («Sit ei terra levis», «Que a este le sea ligera la tierra»).
Equivale a las locuciones cristianas más modernas «Requiescat in pace» (R. I. P.)
Esta locución aparece con frecuencia en la literatura latina clásica, en múltiples variaciones, como por ejemplo en Tibulo (Elegías, 2, 4, 50): «et bene discedens dicet placideque quiescas, terraque securae sit super ossa levis» («y marchándose dirá: que descanses bien y con tranquilidad, y que la tierra te sea ligera sobre los huesos, bien resguardada»).
sábado, 8 de agosto de 2009
S · T · T · L.
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