LOBO de CRIN o BOROCHI (Chrysocyon brachyurus)

Cánido de las pampas. Los guaraníes lo llaman aguará guasú ("zorro grande")
Más información en español, inglés y alemán o ver foto o video

A MIS LECTORAS... y al resto

“Amigos lectores que leerán este libro blog, | despójense de toda pasión | y no se escandalicen al leerlo |
no contiene mal ni corrupción; | es verdad que no encontrarán nada de perfección |
salvo en materia de reír; |
mi corazón no puede elegir otro sujeto | a la vista de la pena que los mina y los consume. |
Vale mejor tratar de reír que derramar lágrimas, | porque la risa es lo propio y noble del alma. Sean felices!
--François Rabelais (circa 1534) [english]

viernes, 25 de julio de 2008

Las histéricas

La Histeria
La histeria (del francés hystérie, y éste del griego ὑστέρα, «útero») es una afección psicológica que pertenece al grupo de las neurosis y que padece el uno por ciento de la población mundial. Se encuadra dentro de los trastornos de somatización y se manifiesta en el paciente en forma de una angustia al suponer que padece diversos problemas físicos o psíquicos. En tanto que neurosis, no se acompaña nunca de una ruptura con la realidad (como en el delirio) ni de una desorganización de la personalidad. Técnicamente, se denomina conversión histérica.
El cerebro histérico no está enfermo, pero ciertas regiones son, manifiestamente, sede de una actividad anormal, y determinados circuitos parecen encontrarse transitoriamente bloqueados por una especie de parálisis funcional.

Hysterie (aus Wikipedia)
Die Bezeichnung Hysterie (von griechisch hystera: Gebärmutter, verwandt mit lat. uterus) als psychologischer Fachbegriff für eine neurotische Störung gilt inzwischen als veraltet und wurde im ICD-10 durch die Bezeichnungen dissoziative Störung (F44) bzw. Histrionische Persönlichkeitsstörung (F60.4) ersetzt – nicht zuletzt aufgrund der Tatsache, dass dem Begriff der Hysterie aus etymologischer Sicht eine Verbindung mit dem weiblichen Geschlecht sowie eine negative Bewertung anhaftet. Andere gebräuchliche Synonyme sind: histrionische Reaktion, Konversionsstörung, Konversionshysterie, Somatisierungsstörung (bei multiplen, häufig wechselnden körperlichen Syndromen), sowie psychoreaktives Syndrom.

Geschichte des Krankheitsbildes
Die Hysterie gilt als die älteste aller beobachteten psychischen Störungen. In den antiken Beschreibungen der Hysterie in altägyptischen Papyri wie bei Platon und Hippokrates wird die Ursache der Krankheit in der Gebärmutter gesehen. Konzeptionell ging man davon aus, dass die Gebärmutter, wenn sie nicht regelmäßig mit Samen (Sperma) gefüttert werde, im Körper suchend umherschweife und sich dann am Gehirn festbeiße. Dies führe dann zum typischen „hysterischen“ Verhalten. Dem widersprach erstmals der englische Arzt Thomas Sydenham (1624-1689), auch Charcot und Freud wiesen darauf hin, dass Hysterie nicht ausschließlich eine Frauenkrankheit sei.
Paul Julius Möbius definierte (1888) die Hysterie provisorisch als alle diejenigen krankhaften Erscheinungen, die durch Vorstellungen verursacht sind. Dies entsprach der allgemeinen Definition der Hysterie vor 1895 und erfasste praktisch einen Großteil aller psychischen Erkrankungen. Das Krankheitsbild war also sehr unspezifiziert und umfangreich. Übergeordnetes Merkmal der Hysterie war damals bereits das Fehlen somatischer Ursachen, welches heute allen psychogenen Krankheiten zugrunde liegt. So wurde sie im 19. und im beginnenden 20. Jahrhundert besonders häufig diagnostiziert.
Bezeichnenderweise führte auch Sigmund Freuds Weg zur Psychoanalyse über die Hysterie, wobei sich Freud auf den Hysteriespezialisten Jean-Martin Charcot (1825-1893) berief. Charcot dokumentierte das Verhalten seiner Patientinnen ausführlich, auch mit den Mitteln der Fotografie. Seine Fotos zeigen eindrückliche Beispiele von Patientinnen, die sich in die Diagnose des Arztes hineinleben wie in eine Theaterrolle. Später gab Freud zusammen mit Josef Breuer seine „Studien über Hysterie“ heraus, 1895 erstmals veröffentlicht, geschlossen editiert mit der Auflage von 1922. Diese Studien gelten allgemein als erste Werke der Psychoanalyse. Der Begriff „Hysterie“ wurde von Freud allerdings neu definiert, wobei er unter anderem den Begriff Konversionsneurose einführte, weil hier nach seiner Ansicht psychisches Leiden in körperliches konvertierte. Allerdings hat sich diese Umbenennung nicht durchsetzen können, zumal später erkannt wurde, dass nahezu jedes psychische Leiden körperliche Symptome hervorruft, die keineswegs „hysterische“ Merkmale aufweisen müssen. Als typische Prädiktoren für die hysterische Entwicklung sah Freud geistig leistungsfähige junge Menschen, die in einem anregungs- und bildungsarmen Familienklima aufwachsen und die einen Hang zur Tagträumerei (Breuer) aufweisen.
Ebenfalls auf diese beiden Wissenschaftler geht die Einführung ätiogenetischer Kriterien hinsichtlich eines krankheitstypischen psychischen Vorgangs zurück. Ihn aufzudecken sah Freud als das eigentliche Problem, denn er sei mit jenen Auskünften, die der Hysteriker freizügig erteilt, nicht zu erkennen. Es erschien so, als würde der Patient gerade diesen Vorgang verstecken wollen. Die später von Freud gemachte Entdeckung unbewußter Vorstellungsinhalte eigneten sich zur Entwicklung einer ätiogenetischen Erklärung sowie zur Entwicklung der Psychoanalyse als Form der Gesprächstherapie ohne Anwendung der Hypnose.
Noch bis 1952 wurde dieser Begriff als Sammelbegriff für eine Vielzahl nicht klar umrissener und ausschließlich weiblicher Beschwerden verwendet bis er von der „American Psychiatric Society“ aus der Liste der Krankheiten gestrichen wurde.

Female hysteria
Female hysteria was a once-common medical diagnosis, made exclusively in women, which is no longer recognized by modern medical authorities. It was a popular diagnosis in Western nations, during the Victorian era, for women who exhibited a wide array of symptoms including faintness, nervousness, insomnia, fluid retention, heaviness in abdomen, muscle spasm, shortness of breath, irritability, loss of appetite for food or sex, and a "tendency to cause trouble".
Patients diagnosed with female hysteria would sometimes undergo "pelvic massage" — manual stimulation of the woman's genitals by the doctor to "hysterical paroxysm", which is now recognized as orgasm.

Masajes de agua como tratamiento para la histeria. Alrededor de 1860.
Masajes de agua como tratamiento para la histeria. Alrededor de 1860.

La histeria femenina era una condición diagnosticada en la medicina occidental hasta mediados del siglo XX. En la era victoriana fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomia, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, pérdida de apetito y “tendencia a causar problemas”
Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”—estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al “paroxismo histérico”, lo que hoy se denomina orgasmo.

Historia temprana
La historia de la histeria se remonta a la antigüedad: fue descrita tanto por el filósofo Platón como por el médico Hipócrates, y se encuentra recogida antes en papiros egipcios. Un mito de la antigua Grecia relata que el útero deambula por el cuerpo de la mujer, causando enfermedades a la víctima cuando llega al pecho. Esta teoría da cuenta al origen del nombre, pues la raíz proviene de la palabra griega para útero: hystera.
Galeno, importante médico del siglo II, escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación sexual en mujeres particularmente pasionales. La histeria se diagnosticó frecuentemente en vírgenes, monjas, viudas y en ocasiones mujeres casadas. La prescripción en la medicina medieval y renacentista era el coito si estaba casada, el matrimonio si estaba soltera y el masaje de una comadrona como último recurso.

Época victoriana
Un médico de 1859 aseguró que una de cada cuatro mujeres estaba aquejada de histeria, lo que resulta razonable, teniendo en cuenta que el médico reunió 75 páginas de posibles síntomas y dijo que la lista no estaba completa; casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria. Los médicos pensaban que la tensión de la vida moderna hacía a las mujeres más susceptibles a desórdenes nerviosos. En los Estados Unidos tales desórdenes de las mujeres confirmaron que estaban a la par con Europa; un médico estadounidense expresó su alegría porque el país estaba “alcanzando” a Europa en la prevalencia de la histeria.
Rachael P. Maines, autor de "The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women's Sexual Satisfaction," ha observado que estos casos eran muy ventajosos para los médicos, dado que no había ningún riesgo de que la paciente muriese pero necesitaba tratamiento constante. El único problema era que los médicos no disfrutaban con la tediosa tarea del masaje. La técnica era difícil de dominar para un médico y podía tomar horas llegar al “paroxismo histérico”. Derivarlas a las comadronas, una práctica por otra parte habitual, era una pérdida de oportunidades de negocio para el médico.
Una solución fue la invención de los aparatos para proporcionar masajes, lo que eliminaba la necesidad de recurrir a una comadrona. A finales del siglo XVIII en Bath se vendían dispositivos de hidroterapia y a mediados del siglo XIX eran un accesorio popular en los complejos de balnearios de lujo de Europa y los Estados Unidos.
Desde 1870 los médicos dispusieron del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleo el primer vibrador electromecánico en un asilo de Francia.
Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo.
De hecho, la introducción del espéculo fue mucho más controvertida que la del vibrador, seguramente debido a su naturaleza más fálica.
A finales del siglo XIX la difusión de la electricidad en el hogar facilitó la llegada del vibrador al mercado de consumo. El atractivo de un tratamiento más barato en la intimidad del propio hogar hizo que el vibrador alcanzase una cierta popularidad. De hecho, el vibrador eléctrico llegó al mercado mucho antes que otros dispositivos esenciales: nueve años antes del aspirador y diez años antes de la plancha eléctrica. Una página del cátalogo de la compañía internacional Sears, Roebuck and Company de electrodomésticos de 1918 incluye un anuncio para un vibrador portátil con accesorios, descrito como “muy útil y satisfactorio para el uso casero”.

No hay comentarios.: