Extractado de seronoser.free.fr/librodebuenamor
Tras unos poemas dedicados a la Virgen, los prolegómenos continúan con una toma de posición respecto al tono de humor que contiene el libro:
“Todo hombre se debe alegrar entre sus preocupaciones”
Y como ejemplo se relata un cuento en el que Roma reclama a la sabia Grecia sus leyes.
Los griegos deciden que habrá una discusión mediante gestos -al no compartir el idioma- y presentan a uno de sus sabios.
Los romanos eligen a un pícaro, convencidos de que Dios le mostrará qué señas hacer.
El sabio muestra su dedo índice. El pícaro le responde con tres dedos a modo de arpón.
El sabio enseña la palma de su mano y el pícaro levanta el puño.
Los griegos se dan por satisfechos y entregan las leyes a los romanos.
La sabia interpretación es que ante la afirmación de que Dios es uno, el romano contesta que es uno en tres personas; que ante la afirmación de que todo es según la voluntad de Dios, la contestación es que tiene el mundo en su poder.
El pícaro explica luego su versión: cuando el griego le dice que con su dedo le romperá un ojo, él le responde que le romperá con dos dedos los ojos y con el pulgar los dientes; luego el sabio amenaza con darle una bofetada y él le contesta que le dará un
puñetazo.
La moraleja es que no hay mala palabra si no es mal entendida, y que con este consejo se consigue tener mujer.
Acaba afirmando:
“Si me sabes interpretar, siempre me tendrás en el pensamiento”.
sábado, 12 de mayo de 2012
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