[...]
Quien no se limita al goce estético de los poemas de Safo se sitúa entre dos extremos. Uno de ellos está representado por ver en ella a una mujer depravada, el otro por imaginarla como la directora de un pensionado de señoritas. En el fondo, ya en la Antigüedad los polos estaban igualmente distantes. Se comprende que los Gramáticos antiguos la escindieran. Incluso se habla de dos Safo con el mismo nombre, una de las cuales es la corrompida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario