por Quino
lunes, 29 de agosto de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
30 jähriger Krieg
Aber auch wenn Mitteleuropa seit 1635 nur noch ein Schauplatz unter mehreren war und der Westfälische Frieden 1648 nur Teile des gesamten Kriegsszenarios befriedete, galten die 13 Kriegsjahre dazwischen doch schon in der zeitgenössischen Wahrnehmung als besonders schreckliche Periode. Immer lauter, immer drastischer erscholl während dieser letzten Phase die Antikriegspropaganda, vor allem von Geistlichen und Intellektuellen. Der schlesische Dichter Andreas Gryphius (1616 bis 1664), der damals noch am akademischen Gymnasium in Danzig studierte, schrieb zu Beginn des Spanisch-Französischen Krieges sein bis heute berühmtes Sonett:
Thränen des Vaterlandes / Anno 1636
Wir sind doch nunmehr ganz, ja mehr den ganz verheeret!
Der frechen Völker Schar, die rasende Posaun
Das vom Blut fette Schwert, die donnernde Karthaun
Hat aller Schweiß, und Fleiß, und Vorrat auf gezehret.
Die Türme stehn in Glut, die Kirch' ist umgekehret.
Das Rahthaus liegt im Graus, die Starken sind zerhaun,
Die Jungfern sind geschänd't, und wo wir hin nur schaun,
Ist Feuer, Pest, und Tod, der Herz und Geist durchfähret.
Hier durch die Schanz und Stadt, rinnt allzeit frisches Blut.
Dreimal sind schon sechs Jahr, als unser Ströme Flut,
Von Leichen fast verstopfft, sich langsam fort gedrungen,
Doch schweig ich noch von dem, was ärger als der Tod,
Was grimmer denn die Pest, und Glut und Hungersnot,
Das auch der Seelen Schatz so vielen abgezwungen.
Der frechen Völker Schar, die rasende Posaun
Das vom Blut fette Schwert, die donnernde Karthaun
Hat aller Schweiß, und Fleiß, und Vorrat auf gezehret.
Die Türme stehn in Glut, die Kirch' ist umgekehret.
Das Rahthaus liegt im Graus, die Starken sind zerhaun,
Die Jungfern sind geschänd't, und wo wir hin nur schaun,
Ist Feuer, Pest, und Tod, der Herz und Geist durchfähret.
Hier durch die Schanz und Stadt, rinnt allzeit frisches Blut.
Dreimal sind schon sechs Jahr, als unser Ströme Flut,
Von Leichen fast verstopfft, sich langsam fort gedrungen,
Doch schweig ich noch von dem, was ärger als der Tod,
Was grimmer denn die Pest, und Glut und Hungersnot,
Das auch der Seelen Schatz so vielen abgezwungen.
Sexsualidad
Karl Heinrich — 13:08
Wow o wow!
Que bombón de mujercita!
Una fémina como debe ser...
Que bombón de mujercita!
Una fémina como debe ser...
[...]
Et cetera, seriamente
Besos mil
Karl Heinrich — 13:09
Et cetera, seriamente
Besos mil
Karl Heinrich — 13:09
hmm , lo que uno capta luego de leer detenidamente:
si te gusta vivir sin complicaciones y fuera de inteligentuda e imponente (160cm con tacos?) y crees que los hombres no tenemos otra opción que gozar de tus carnosos privilegios...
Pues no tendré el placer de conocerte y mucho menos tenerte (asumo desnuda y sin pre o post pago) puesto q soy también exigente ;-) Por eso me dicen "facilingo"
Pero podemos llegar a un acuerdo: tú bajas tus exigencias de diva y yo las de veedor o inspector de ganado ;-) y de intelectualoide, pues sigo anal-izando tus interesantes líneas:
Pero podemos llegar a un acuerdo: tú bajas tus exigencias de diva y yo las de veedor o inspector de ganado ;-) y de intelectualoide, pues sigo anal-izando tus interesantes líneas:
Karl Heinrich — 13:36
"me interesan personas biendefinidas en su seXSualidad"
Te enamoras de maricas y bisexuales que dicen ser hombres, pero al final te dejaron plantada por el amiguito lindo
Muy interesante que hasta ahora no sepas ni escribir lo que más gustas de los buenos hombres.... sexso???
"de preferencia de mi edad , no casado ni comprometidos ni quie tengan hijos por fa"
Por lo visto, te han follado todos los tipos de viejitos, polígamos, demás papis folladores de tontitas, truhanes variopintos, canallas y choleritos del barrio y la metrópolis.. Será qeu tengo ya una chance?
" inteligentes cariñosos, "
O sea: cariñosos inteligentes faltos de cariño no va con tus ideales?
"atentos,"
Ditto: con plata suficiente para comprarte un autito y lencería de Victoria Secrets Hey. .y para eso:
Te enamoras de maricas y bisexuales que dicen ser hombres, pero al final te dejaron plantada por el amiguito lindo
Muy interesante que hasta ahora no sepas ni escribir lo que más gustas de los buenos hombres.... sexso???
"de preferencia de mi edad , no casado ni comprometidos ni quie tengan hijos por fa"
Por lo visto, te han follado todos los tipos de viejitos, polígamos, demás papis folladores de tontitas, truhanes variopintos, canallas y choleritos del barrio y la metrópolis.. Será qeu tengo ya una chance?
" inteligentes cariñosos, "
O sea: cariñosos inteligentes faltos de cariño no va con tus ideales?
"atentos,"
Ditto: con plata suficiente para comprarte un autito y lencería de Victoria Secrets Hey. .y para eso:
Tienes coxxxito dulce y dentado? O transpiras licor? O aceptas un menage a trois? porque atenciones requieren atentas gatitas
"divertidos"
Deja de visitar curas (ni para confesar tu sexSualidad!) y salir con monaguillos, deja a los renacuajos en sus charcos llenos de latas de cerveza croando lo lindo que se creen.
"que no le tenga miedo a la verdad"
"divertidos"
Deja de visitar curas (ni para confesar tu sexSualidad!) y salir con monaguillos, deja a los renacuajos en sus charcos llenos de latas de cerveza croando lo lindo que se creen.
"que no le tenga miedo a la verdad"
O sea: no me equivoco con eso que has pasado por muchas manos ;-) y de modo pre o postpago ...
" y por ende ami claro"
O sea: eres una bruja o harpía o un dragón doméstico! :-D
O de vez en cuando tienes que escaparte con algún platudo a estrenar un motel de dos estrellas?
" y por ende ami claro"
O sea: eres una bruja o harpía o un dragón doméstico! :-D
O de vez en cuando tienes que escaparte con algún platudo a estrenar un motel de dos estrellas?
Bueno, es la vida como suele ser..
", es dificil pero se q hay alguien alli y estoy esperando"
hmm, veré que puedo hacer con tus encantos y exigencias de diva estándar...
Tengo un primo gemelo que debe estar cansado de salir de putas...
follar tontitas bolicheras, académicas de postgrao, princesas de pliqui, semimagníficas de prepago y demás féminas comunes y corrientes..
Veré si le agradas tanto como a mí... ;-) y te recomiendo.. puesto que andas esperando (la próxima de las citas) mientras te desgañitas sexssualmente con los que no corresponden a tus requerimientos esenciales
Tengo un primo gemelo que debe estar cansado de salir de putas...
follar tontitas bolicheras, académicas de postgrao, princesas de pliqui, semimagníficas de prepago y demás féminas comunes y corrientes..
Veré si le agradas tanto como a mí... ;-) y te recomiendo.. puesto que andas esperando (la próxima de las citas) mientras te desgañitas sexssualmente con los que no corresponden a tus requerimientos esenciales
Karl Heinrich — 13:49
mientras tanto 77644057
y ni me timbres al tel, ni medio o segundo y medio, que no respondo timbradas de timbra Doras y demás vivis...
Ahmm , adelgaza , mientras tanto
Y no llames, a menos que prefieras mi terapia sexSual para reducir los 10 kg extra sobre los 51 que tenías a los 19 años
===============
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Nota maligna:
"una mujer que cualquier hombre se sentiria privilegiado de tener al lado"
Privilegios para cualquier hombre?
Qué realmente quiere decir eso? ;-)
Asumo que me mandará sus esbirros a devolverme con caricias el agravio cometido virtualmente.. como ya intentó una cambalandesa coñocida.
"una mujer que cualquier hombre se sentiria privilegiado de tener al lado"
Privilegios para cualquier hombre?
Qué realmente quiere decir eso? ;-)
Asumo que me mandará sus esbirros a devolverme con caricias el agravio cometido virtualmente.. como ya intentó una cambalandesa coñocida.
Algo es seguro, no sé tratar a las damiselas desta tierra ;-)
viernes, 26 de agosto de 2011
Ex-tirano y ex-ministros -Amor platónico
Sergey Ponomarev / AP
Rebel fighters look through a photo album they found inside Moammar Gadhafi's compound on August 24.
muamar al gadafi y su album+
el ex ministro de Asuntos Exteriores canadiense Peter McKay,
el ex ministro de Exteriores Británico Jack Straw y
el ex ministro de Asuntos Exteriores italiano Massimo D'Alema
Gaddafi’s compound: Condoleeza Rice photos, teddy bears and bunkers (Photos)
Muammar Qadhafi obsessed with Condoleezza Rice?
Source
The Washington Post described the first encounter between Rice and Qaddafi--a private late-night dinner to break the Ramadan fast in a tent at his now-looted Bab al-Azizia compound--in the most romantic of terms.
The strong scent of incense hung heavy in the air.
There, standing in a corner as still as a wax statue, was the leader.
Gaddafi wore a simple white cotton robe and a black Libyan fez, which covered part of his flowing hair. His robe was accented by a brooch in the shape of Africa and a striking colored slash decorated with shapes of Africa. He also wore a pair of highly polished black shoes.
Gaddafi appeared to be the epitome of cool, tall and distinguished, no longer the "mad dog" of the Reagan years.
Reporters and cameramen jockeyed for position and filled the tiny room. Gaddafi remained still and somber, though his face lit up when he saw Rice. Many devout Muslim men do not shake the hands of women, and when Rice approached, Gaddafi simply placed his right hand over his chest, a traditional and respectful welcome.
"The hot gossip in Washington is that Condoleezza Rice might have a new boyfriend. Secretary of State Rice is being linked to Canada's Foreign Minister, Peter MacKay. It's gotta be awkward dating a fellow diplomat. Like today, MacKay had to promise Condi he would get permission from the U.N. before he invaded her." --Jay LenoCondoleezza Rice and Jack Straw
"Actually, I heard that she was trying to learn the Canadian national anthem. They were alone in a room and she was heard going, 'Oh, Canada. Oh, oh, Canada.'" --Jay Leno
"Condoleezza Rice is apparently dating a Canadian politician. It's a proud day for Canada. They're the first nation to put a man on Condoleezza." --David Letterman
"It's rumored in Washington that Condoleezza Rice has a new boyfriend. Allegedly, he's Canada's Foreign Minister, Peter MacKay. Since he's a diplomat and he visits her at the White House, he has to have a Secret Service code name. Do you know what his Secret Service code name is? 'Captain Kirk.' You know why they call him that? Because he's going where no man has gone before." --Jay Leno
"It's been reported that Condoleezza Rice is dating a high level Canadian diplomat. Sources say you can tell because Rice has an extra bounce in her step and is giggling a lot as she prepares for the invasion of Iran."
SPEAKERS: CONDOLEEZZA RICE, U.S. SECRETARY OF STATE
MASSIMO D'ALEMA, DEPUTY PRIME MINISTER AND FOREIGN AFFAIRS MINISTER OF ITALY
[*] RICE: Good afternoon.
I'm very pleased to welcome my colleague, my new colleague, Foreign Minister D'Alema of Italy. We have just had a very excellent and extensive discussion of the many issues that Italy and the United States are tackling together.
Italy and the United States, of course, share an alliance. We share values. We share friendship and ties of kinship, as well. And it is from that basis that we have had an excellent relationship and will continue to have an excellent relationship concerning the many challenges in places like Afghanistan, the Middle East, Iraq. We recently were together at a meeting on Somalia.
And so this is truly a global partnership, and I look very much forward to continuing to work with my colleague as we pursue policies to help people who have aspirations for liberty and freedom around the world and to contribute to peace and stability worldwide.
Massimo, welcome. And I look forward to continuing to work with you.
D'ALEMA: Thank you. Thank you, Condoleezza.
D'ALEMA (THROUGH TRANSLATOR): Thank you very much, Madam Secretary of State, Condoleezza Rice.
Thank you also for authorizing to call you Condoleezza. That's really a great honor for me and a pleasure as well.
jueves, 25 de agosto de 2011
Declaración de amor enmascarada
http://www.globovision.com/news.php?nid=200230
"Sí, mi mensaje a Emma Stone fue una rutina cómica y la parte más divertida es que todo lo que dije es cierto", escribió el actor, poco antes de añadir: "La gente a menudo me pregunta si estoy bromeando o voy en serio. La respuesta es 'sí'".
No podría expresarlo mejor!
Te entiendo perfectamente, Jim!
Yo también ando en eso... ;-))
Emma Stone | |
---|---|
Stone at the 2011 San Diego Comic-Con International | |
Born | Emily Jean Stone November 6, 1988 (age 22) Scottsdale, Arizona, U.S. |
Other names | Riley Stone |
Occupation | Actress, voice actress |
"Sí, mi mensaje a Emma Stone fue una rutina cómica y la parte más divertida es que todo lo que dije es cierto", escribió el actor, poco antes de añadir: "La gente a menudo me pregunta si estoy bromeando o voy en serio. La respuesta es 'sí'".
No podría expresarlo mejor!
Te entiendo perfectamente, Jim!
Yo también ando en eso... ;-))
martes, 23 de agosto de 2011
Auszüge eines Briefes für A. Hofmann, Deutschland
Na gut.. bevor ich es vergesse:Klar, Nummer 16, ich hatte dich auch in Mannheim besucht. Es war Herbst und als wir bei Sonnenuntergang auf dem Balkon standen, waren plötzlich ganz viele kleine Spinnen da. Altweibersommer. ....
Andreas, neperianisch verglichen, Du hast besseres Langzeitgedächtnis als mein Kurzzeitgedächtnis!
Mein bester Freund ist momentan Herr Alzhimer, oder wie heisst eigentlich der Heini?
Auf jeden fall mein Zimmer in unseren Ulmer Studentenwohnheim trug eine 7... Und damals hat ein Neidficker zwei Nullen davor gekritzel, nur weil ich die schon erwähnte Frau "Schlimmberger" lieber frönte als das Studium...
...
Aber heutzutage, mit meiner Art zu sein, komme ich oder kommt man(n) im Endeffekt nicht mal mehr zu den Weiber an....
also auf die flache Matte.
Du weisst es.. sie möchten nicht als Nutte ankommmen und enden, dazu bin ich auch selbst nicht leicht zu haben ;-) und mache ihnen es auch nicht leichter... und sowieso, mir ist wichtig zuerst ihre nuttigen Eigenschaften zu frönen. Und am Ende.. morgens wissen wir beschei!
Oder eigentlicht ja... aber für den Rest bräuchte man mehr als nur männlich s[ch]ein[en]....
Kurz und bündig:
also auf die flache Matte.
Du weisst es.. sie möchten nicht als Nutte ankommmen und enden, dazu bin ich auch selbst nicht leicht zu haben ;-) und mache ihnen es auch nicht leichter... und sowieso, mir ist wichtig zuerst ihre nuttigen Eigenschaften zu frönen. Und am Ende.. morgens wissen wir beschei!
Oder eigentlicht ja... aber für den Rest bräuchte man mehr als nur männlich s[ch]ein[en]....
Kurz und bündig:
Mager (69 kg), nicht sportlich (kein Synthol- oder A[n]na-boliker-Typ), erfolglos (Manager mit eigenen Selbst-Leibeigener), nicht hübsch (bin 3% grauhaarig und 6% hochstirnig, also 4 fingerbreiter Denkstirninhaber, dazu muss man 7 % Grauhaarverlust erwähnen), kein Prinztyp (Lächelnlosigkeit und längst nicht mehr nonchalant, kein Machotyp (Säufer, Schläger, Angeber, Lügner, DonJuan, etcetera), mit einem Weisheitszahn weniger (also vierteldumm), ohne Frisur nach der Mode (silbernen streifen), kein Businesstyp (technisch gesehen, mich betrügt man andauern), kein Auto (ohne Trabant und sowieso ohne María oder Mercedes), Humorlosigkeit (Ironie und Schwarzseherei kommt heutzutagae bei Jungfrauen überhaupt nicht an), unter Durchschitt mittelmässiger Schreiberling (zeitgeistlos), kein Hausbesitzer (wohne in Anticresis, wie die alte Römer), kein Kokakauer (die tittentragende Dickerchen Kokabauertöchter mit dem sozialistischen Hummer würden in mir ein absoluter Klassenfeind sehen!) [Gott sei dank! Sowieso, kann ich den gekaute Kokageruch nicht aushalten], unpärfumiert (also nur Deodorant... aber keine teurere "Karl V oder Karl Lagerfeld parfums", also stinkender Dandy = Nuller), kein Saunabesucher mit Anuskrem oder Vaginabefeuchter, ditto:Vaselin), kein Plaza- und Karaoke-stammgast, kein Lärm- oder lauter Musik- und Geschrei-freund, kein Boutique- und Delikatessensupermarkt-stammkunde, kein Floristenlieblingskunde (kaufe keine Blumen mehr, weil ich sie dutzendweise wegwerfen haben müssen, da die Demoisellen dieser Plurination sehr unzuvelässig beim Rendezvous sind), ahmmm... Ob blond, braun, oder helldunkel, ich mag nicht immer alle fra'un (wählerische Geister packen die gehörnten Weiber bei dem titten und clitoris nicht), sowieso alt und gebrechlich (beinahe umgekommen mit einer Bronchitis), ergo ohne ergonomie beim ge Schlechter Verkehr (impotent:kann nicht mehr alle 40 minuten!) und sowieso Zahlungs- und Zeugungsunfähig (na gut, eins stimmt nicht, aber ist das gleiche)...
Glaubst Du, mein lieber Freund,
dass ein Frauchen, das sich fúr etwas feminalsubliminal aus diese multiplurikulti Cambalandia (magerfettschlank, seelensensibel, sonderunikat, höchstmanierenhaft, nonplusultraspezial, dirneeingebildet, universalpoetisch, stöckelschuhfetischist, radikalbarmetallmaterialistisch, imperialdollarliebster und überblaublumigromantisch) hält...
Glaubst Du, mein lieber Freund,
dass ein Frauchen, das sich fúr etwas feminalsubliminal aus diese multiplurikulti Cambalandia (magerfettschlank, seelensensibel, sonderunikat, höchstmanierenhaft, nonplusultraspezial, dirneeingebildet, universalpoetisch, stöckelschuhfetischist, radikalbarmetallmaterialistisch, imperialdollarliebster und überblaublumigromantisch) hält...
... würde sich selbst eine Dulcinea del Toboso für so ein hässlichen alternden Dümmerlein nennen??
Niet! NIHIL! Niemals!!
Noch weniger ob eine feine Nutte..
Noch weniger ob eine feine Nutte..
oder just schlimmer noch... eine Schlampe mit vagina dentata
Und diese letzten Weibertypen bräuchte ich immer öfters... verdammt!
Und diese letzten Weibertypen bräuchte ich immer öfters... verdammt!
Man(n) gönnt sich sonst ja nichts!
Und man altert unaufhaltsam damit...
Grüsse
Post habitāculum scriptum:
Ich schlafe nicht mehr in Hängematten.. Hauptsächlich weil ich nicht mehr krankenversichert bin.
Aus der Albtraum plotzlich aufgeweckt zu werden, durch den harten Schlag auf dem realen Boden.. ist nicht für weiche Tagträumer... Lesbengefährlich, zudem...
Mir fehlen die 2 Palmen zu befestigen der Sicherheitshaken und die Exotinnen (gibt es sie mittlererweile?) mit Wedelpalmen... und sowieso die Hängematte...
Aber besitze eine Matte, aus Banannenfaser, oder war es Schilf?
Hab's vergessen..
Post habitāculum scriptum:
Ich schlafe nicht mehr in Hängematten.. Hauptsächlich weil ich nicht mehr krankenversichert bin.
Aus der Albtraum plotzlich aufgeweckt zu werden, durch den harten Schlag auf dem realen Boden.. ist nicht für weiche Tagträumer... Lesbengefährlich, zudem...
Mir fehlen die 2 Palmen zu befestigen der Sicherheitshaken und die Exotinnen (gibt es sie mittlererweile?) mit Wedelpalmen... und sowieso die Hängematte...
Aber besitze eine Matte, aus Banannenfaser, oder war es Schilf?
Hab's vergessen..
domingo, 21 de agosto de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
Tempus fugit, dictator
Der Lebenstyl einiger Diktatoren
Que pasará con la guardia dictatorial de 40 vírgenes del carnicero de Libia?
O con las 10000 botellas de vino del gourmet dictador de la famélica Korea del Norte?
O los millones de pongos y esclavos con titulo que manda por doquier el déspota revolucionario de Cuba?
Qué me importa lo que pase con vírgenes, vinos y vivientes isleños... lo único que se espera es que la muerte no los deje en paz con sus conciencias dictatoriales!
Die Milliarden der Diktatoren
Que pasará con la guardia dictatorial de 40 vírgenes del carnicero de Libia?
O con las 10000 botellas de vino del gourmet dictador de la famélica Korea del Norte?
O los millones de pongos y esclavos con titulo que manda por doquier el déspota revolucionario de Cuba?
Qué me importa lo que pase con vírgenes, vinos y vivientes isleños... lo único que se espera es que la muerte no los deje en paz con sus conciencias dictatoriales!
Die Milliarden der Diktatoren
jueves, 18 de agosto de 2011
Tongue-in -cheek sentences
Source
On April 12, Kevin MacKenzie emails the MsgGroup a suggestion of adding some emotion back into the dry text medium of email, such as -) for indicating a sentence was tongue-in-cheek. Though flamed by many at the time, emoticons became widely used after Scott Fahlman suggested the use of :-) and :-( in a CMU BBS on 19 September 1982
On April 12, Kevin MacKenzie emails the MsgGroup a suggestion of adding some emotion back into the dry text medium of email, such as -) for indicating a sentence was tongue-in-cheek. Though flamed by many at the time, emoticons became widely used after Scott Fahlman suggested the use of :-) and :-( in a CMU BBS on 19 September 1982
La Dieffenbachia de la bióloga
Recibí un comentario en Cambalandia sobre una petición o exigencia de traducción y bajo el comentario respondí como no se debe ...
Luego seguí los vínculos necesarios de tan exigente diva y leí una lista de amores y odios de las que cursan por los callejones del submundo bitacorial y comento sin más:
Pésima lista... típica de una descocada! ;-)
Nena, pareciera qeu tus aborrecimientos no han sido pensados más de media vez...
No toda hormiga va tras la miga
Que muchas amargadas tienen marido, y la razón es simple:
Éstos tienen otras (no) amargadas (o más jovenes)!
Pero bueno, quién no tiene repulsiones...
YO, en cambio ;-)... tengo una lista un poco más corta:
Aborrezco fotos de flora y fauna que sólo tienen descripciones como "las flores, amarilla, amarillaabierta, blanca, colorida, azul, azullila, las rosadas, santaqueera?", et cetera
Esperaba de una bióloga algo más que una burda descripción colorinche...la mayoría de los que leemos no somos daltónicos!
La mejor de todas, aparte del "chancho del monte" y "pastora, la lora de turistas", es "miiplanta" ;-) :-))
Deberías mejor comentarla como "mi querida Dieffenbachia".Poco a poco entiendo porqué estamos donde estamos...
Si eso logra con un grado universitario.. no me muestren el resto.
Para que no quede de simple criticastro:
Te podría ayudar a determinar por lo menos el género (hembra, macho, homosexual, transexual) de tus especies (y el de tu blog)... generalmente me funciona el método cuando echo un vistazo entre las patitas ;-)
Nena, pareciera qeu tus aborrecimientos no han sido pensados más de media vez...
No toda hormiga va tras la miga
Que muchas amargadas tienen marido, y la razón es simple:
Éstos tienen otras (no) amargadas (o más jovenes)!
Pero bueno, quién no tiene repulsiones...
YO, en cambio ;-)... tengo una lista un poco más corta:
Aborrezco fotos de flora y fauna que sólo tienen descripciones como "las flores, amarilla, amarillaabierta, blanca, colorida, azul, azullila, las rosadas, santaqueera?", et cetera
Esperaba de una bióloga algo más que una burda descripción colorinche...la mayoría de los que leemos no somos daltónicos!
La mejor de todas, aparte del "chancho del monte" y "pastora, la lora de turistas", es "miiplanta" ;-) :-))
Deberías mejor comentarla como "mi querida Dieffenbachia".Poco a poco entiendo porqué estamos donde estamos...
Si eso logra con un grado universitario.. no me muestren el resto.
"En primer plano la fabulosa fotografa, en segundo las casas de la ciudad de La Paz y al fondo el ostentoso Illimani."De fábula... pero lo del fondo no lo hubiera notado: casas!... ostentoso comentario! Pero simpático primer plano...
Para que no quede de simple criticastro:
Te podría ayudar a determinar por lo menos el género (hembra, macho, homosexual, transexual) de tus especies (y el de tu blog)... generalmente me funciona el método cuando echo un vistazo entre las patitas ;-)
Puede que en mi perfil de blogger.com encuentres alguna otra bitácora que te interese tanto como las vivencias de aventureros con las indias occidentales, pero no pienso darte gusto con traducirte las picardías de Ulrich Schmidt con las aborígenes del río Grande.
Y por si acaso.. en mis tiempos de dibujante se llamaba bolígrafo a tu lapicera
Ahm, 'tan lindas algunas pinturas de pajaritos y florcitas... en serio!pero la que me impresionó fue ésta, (llena de vida, muy infantil)
Pero no entiendo porqué todas se llaman "nardy santa cruz" ;-))
Mejor ni sigo...
miércoles, 17 de agosto de 2011
Testa di cazzo
C****
I miei venticinque lettori hanno quasi immediatamente espresso il loro sdegno per il tono salace del mio ultimo post.
E' vero. Ho utlizzato una parolaccia. Che ogni tanto pronuncio ma che quasi mai scrivo. Ma l'ho scritta perchè non potevo farne a meno e perchè rispecchiava, anche nel suo significato letterale, esattamente quanto intendevo comunicare. Non potevo scrivere "testa di pene", perchè non avrebbe avuto la stessa immediatezza.
E poi "pene" poteva confondersi con "dolore, sofferenza, afflizione". Ed invece quelli sono tutti sentimenti che provo io. "Pene" sarebbe stata non solo inadatta, quindi, ma anche fuorviante.
E poi, con testa di c**** volevo proprio significare chi in testa ha solo quello. Chi governa le proprie azioni pensando solo alla immediata soddisfazione. Come ho già scritto altrove:
"chi, avendo mal ragionato sull'incertezza del domani, vuol esser lieto oggi. Ad ogni costo."
Abbiate pazienza, quindi.
Vorrà dire che mi laverò la bocca col sapone.
I miei venticinque lettori hanno quasi immediatamente espresso il loro sdegno per il tono salace del mio ultimo post.
E' vero. Ho utlizzato una parolaccia. Che ogni tanto pronuncio ma che quasi mai scrivo. Ma l'ho scritta perchè non potevo farne a meno e perchè rispecchiava, anche nel suo significato letterale, esattamente quanto intendevo comunicare. Non potevo scrivere "testa di pene", perchè non avrebbe avuto la stessa immediatezza.
E poi "pene" poteva confondersi con "dolore, sofferenza, afflizione". Ed invece quelli sono tutti sentimenti che provo io. "Pene" sarebbe stata non solo inadatta, quindi, ma anche fuorviante.
E poi, con testa di c**** volevo proprio significare chi in testa ha solo quello. Chi governa le proprie azioni pensando solo alla immediata soddisfazione. Come ho già scritto altrove:
"chi, avendo mal ragionato sull'incertezza del domani, vuol esser lieto oggi. Ad ogni costo."
Abbiate pazienza, quindi.
Vorrà dire che mi laverò la bocca col sapone.
Timeo
Il Timeo, scritto intorno al 360 a.C. da Platone, è il dialogo platonico che maggiormente ha influito sulla filosofia e sulla scienza posteriori. In esso vengono approfonditi essenzialmente tre problemi: quello cosmologico dell'origine dell'universo, quello fisico della sua struttura materiale, ed infine quello, anche escatologico, della natura umana. Ai tre argomenti corrispondono altrettante parti in cui è possibile suddividere l'opera, alle quali va aggiunto il prologo.
La prosecuzione del Timeo è costituita dal dialogo incompiuto Crizia, che riprende la stessa ambientazione e gli stessi personaggi.
Parte prima: operazioni del Demiurgo
Termina qui la parte propriamente dialogica dell'opera, per dare inizio ad una lunga e complessa trattazione ad opera del solo Timeo. Nella prima parte Platone si sofferma sulle verità eterne della realtà increata, e su come questa abbia dato origine al cosmo del divenire. Data l'esigenza di sciogliere il dualismo fra mondo delle Idee e mondo delle cose, viene introdotto un terzo termine mediatore, il Demiurgo, ovvero il "divino artefice", una figura che successivamente è stata paragonata a quella del Dio cristiano. Compito del Demiurgo è quello di "plasmare", ordinare la materia preesistente, puro caos e necessità (αναγκη), ad immagine e somiglianza delle Idee. Per fare questo l'Artefice utilizza il numero, mediatore tra la realtà mutevole e quella eterna, ed in questo modo dà vita al cosmo attraverso un'anima del mondo. Quindi crea il tempo, immagine mobile dell'eternità, e gli astri, che sono dèi visibili. A queste divinità create attribuisce il compito di forgiare quello che resta del mondo, ovvero i corpi delle creature mortali; in questo modo il cosmo è compiuto in maniera completa e bella, la migliore possibile per un mondo in divenire. Viene fornita quindi una breve descrizione dei sensi umani e della loro finalità, a cui segue la seconda parte del dialogo
Parte seconda: il principio materiale
In questa sezione Timeo descrive la natura del principio materiale del cosmo, amorfo e caotico, soggetto alla necessità. Quindi si occupa dello studio dei fenomeni fisici: tuttavia, avvisa, proprio perché si tratta di una realtà soggetta al divenire, le conclusioni a cui si giungerà non saranno certe ma solo probabili. Platone descrive il cosmo come composto di quattro elementi, fuoco, terra, aria e acqua.
Gli elementi
I quattro elementi non sono tali nel senso originario della parola, ossia non sono il fondamento della realtà materiale, ma sono a loro volta composti di qualcosa di più basilare: i triangoli. Come sempre nel Platone della vecchiaia la matematica assume importanza fondamentale, e i triangoli vanno a costituire dei solidi così piccoli da risultare invisibili, ma che in grandi quantità appaiono come, appunto, i quattro elementi: la terra corrisponde al cubo, l'aria all'ottaedro, l'acqua all'icosaedro e il fuoco al tetraedro. Inoltre viene teorizzato un quinto solido, il dodecaedro, che funge da elemento decorativo del cosmo e la cui funzione non è ben precisata; in epoche successive (già lo scolaro Aristotele) questo elemento sarà identificato con l'etere o quintessenza.
Questa parte di dialogo si conclude con altre considerazioni fisiche riguardanti le varie forme che gli elementi assumono, e le interazioni tra essi ed i sensi umani.
Parte terza: la natura umana
Nella parte conclusiva del dialogo vengono descritte le caratteristiche fisiche dell'uomo, analizzando funzione e costituzione dei vari organi e trattando delle parti mortali dell'anima, quella irascibile e quella appetitiva. Vengono inoltre trattati l'invecchiamento e la morte, e le malattie che colpiscono corpo e anima.
In conclusione si descrivono le sorti dell'anima dopo la morte che, se poco curata, va a reincarnarsi in corpo di donna o di animale, in base alla gravità della sua condizione. Così si conclude il discorso di Timeo sul cosmo, avendo trattato di ogni suo aspetto dal macrocosmo sino al microcosmo umano.
La prosecuzione del Timeo è costituita dal dialogo incompiuto Crizia, che riprende la stessa ambientazione e gli stessi personaggi.
Parte prima: operazioni del Demiurgo
Termina qui la parte propriamente dialogica dell'opera, per dare inizio ad una lunga e complessa trattazione ad opera del solo Timeo. Nella prima parte Platone si sofferma sulle verità eterne della realtà increata, e su come questa abbia dato origine al cosmo del divenire. Data l'esigenza di sciogliere il dualismo fra mondo delle Idee e mondo delle cose, viene introdotto un terzo termine mediatore, il Demiurgo, ovvero il "divino artefice", una figura che successivamente è stata paragonata a quella del Dio cristiano. Compito del Demiurgo è quello di "plasmare", ordinare la materia preesistente, puro caos e necessità (αναγκη), ad immagine e somiglianza delle Idee. Per fare questo l'Artefice utilizza il numero, mediatore tra la realtà mutevole e quella eterna, ed in questo modo dà vita al cosmo attraverso un'anima del mondo. Quindi crea il tempo, immagine mobile dell'eternità, e gli astri, che sono dèi visibili. A queste divinità create attribuisce il compito di forgiare quello che resta del mondo, ovvero i corpi delle creature mortali; in questo modo il cosmo è compiuto in maniera completa e bella, la migliore possibile per un mondo in divenire. Viene fornita quindi una breve descrizione dei sensi umani e della loro finalità, a cui segue la seconda parte del dialogo
Parte seconda: il principio materiale
In questa sezione Timeo descrive la natura del principio materiale del cosmo, amorfo e caotico, soggetto alla necessità. Quindi si occupa dello studio dei fenomeni fisici: tuttavia, avvisa, proprio perché si tratta di una realtà soggetta al divenire, le conclusioni a cui si giungerà non saranno certe ma solo probabili. Platone descrive il cosmo come composto di quattro elementi, fuoco, terra, aria e acqua.
Gli elementi
Per approfondire, vedi la voce Quattro elementi. |
Questa parte di dialogo si conclude con altre considerazioni fisiche riguardanti le varie forme che gli elementi assumono, e le interazioni tra essi ed i sensi umani.
Parte terza: la natura umana
Nella parte conclusiva del dialogo vengono descritte le caratteristiche fisiche dell'uomo, analizzando funzione e costituzione dei vari organi e trattando delle parti mortali dell'anima, quella irascibile e quella appetitiva. Vengono inoltre trattati l'invecchiamento e la morte, e le malattie che colpiscono corpo e anima.
In conclusione si descrivono le sorti dell'anima dopo la morte che, se poco curata, va a reincarnarsi in corpo di donna o di animale, in base alla gravità della sua condizione. Così si conclude il discorso di Timeo sul cosmo, avendo trattato di ogni suo aspetto dal macrocosmo sino al microcosmo umano.
Una palabra vale más que mil imágenes
A word is worth a thousand pictures
Il potere delle parole non è mai da sottovalutare. Mai.
Il potere delle parole non è mai da sottovalutare. Mai.
La grandeza y la humildeza
[Siendo un hombre conformista, pues me conformo con lo mejor de todo lo bueno de'ste mundo, encontré (algo excepcionalmente raro y único) una diva que sabe ganarse y gusta de lo grande de'ste mundo]
Ingrid, 27 años
Sobre mí
Ingrid, 27 años
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"Me gusta la grandeza en todo, la merezco porque sé ganármela " es mi frase favorita.
BuscoPersonas sanas y con criterio, serios. Prefiero la amistad por la red.
Información personal
Sexualidad: Soy heterosexual
Apariencia: 158cm (5'2''), 49kg (108libras), soy de complexion normal, mi pelo es castaño y ojos otros. Fumador: No fumo
Educación: Posgrado
Idiomas: Inglés (Intermedio) y Español (Nativo)
Intereses En música:
Pop soul y baladas en español
En deporte:
Natación y footing
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Mis pasiones personales y profesionales:
Escribir _ inspiración con letras
Escribir _ inspiración con letras
=======================
Karl Heinrich Bähren — 00:04
prefiero la sencillez en todo.. quizá no la merezca.. pues no soy sencillo
Karl Heinrich Bähren — 00:06
pues soy arrogante con los arrogantes
Karl Heinrich Bähren — 00:06
y sencillo con los sencillos.. generalmente
Karl Heinrich Bähren — 00:07
ni hablemos del otro género.. soy bueno, pero puedo ser peor
Karl Heinrich Bähren — 00:08
qué tan grande eres, semidiosa mortal y engreída?
Karl Heinrich Bähren — 00:09
corrijo:
Qué grande eres... etcetera?
Qué grande eres... etcetera?
Karl Heinrich Bähren — 00:09
varium et mutabile semper femina
Karl Heinrich Bähren — 00:09
lo expresó ya el tío Virgilio
Karl Heinrich Bähren — 00:10
quien calla, otorga
Karl Heinrich Bähren — 00:11
otra fémina que dice tener postgrao
Personas sanas?
Hasta estoy vacunado contra la rabia...
Y soy tremendamente jocoserio..
Criterio... ahm....
Amistad por la red? eso es tener criterio?
What the f...?
Personas sanas?
Hasta estoy vacunado contra la rabia...
Y soy tremendamente jocoserio..
Criterio... ahm....
Amistad por la red? eso es tener criterio?
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nunca falla...
(interacciones entre badooenses: una diva con vida eterna y un mortal pecador)
Lugar Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
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Relación: No tengo pareja
Trabajo: arq. dis. art..
Lugar Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
... pero hoy tengo una esperanza Ke hace mi fe vibrar El prometió regresar pronto con El me voy a encontrar pero antes de que esto ocurra... todos deben de escuchar que mas alla del universo fuera de nuestra realidad.. existe un cielo mas profundo alli llanto no habra.... donde la fe y la esperanza ya no habra por que esperar.... y donde sin duda alguna mi alma alli descansara...
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En cine, libros y TV:
cine, tv:: suspenso y comedia, libros: Santa Biblia, El cuerno gramde de Seattle, Le dije adios a las citas Amorosas, El y Ella
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voly, wally
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XD XP
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También me gusta: -ria decir::
QUE EL UNICO AMIGO QUE NUNKA TE VA FALLAR ES DIOS Y NO PODRAS HALLAR A NADIE MAS COMO EL
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QUE EL UNICO AMIGO QUE NUNKA TE VA FALLAR ES DIOS Y NO PODRAS HALLAR A NADIE MAS COMO EL
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Karl Heinrich Bähren — domingo, 15 mayo 2011 00:47
hmmm, con eso de la Amistad pura y eterna de tu Amigo... todo bello, transcendental y espiritual... y estoy de acuerdo con tu Amistad Celestial... sea en el cielo o en tu pedazo de mundo!
Pero no te interesa un buen padre para tus hijos, en este mundo, un mundo tan efimero como mundano y pecador...???
Pero no te interesa un buen padre para tus hijos, en este mundo, un mundo tan efimero como mundano y pecador...???
Karl Heinrich Bähren — domingo, 15 mayo 2011 00:51
Y tienes razón:
EL UNICO AMIGO QUE NUNKA TE VA FOLLAR ES DIOS
EL UNICO AMIGO QUE NUNKA TE VA FOLLAR ES DIOS
Karl Heinrich Bähren — 00:12
y bien??
martes, 16 de agosto de 2011
Los tres anillos
Giovanni Boccaccio
Filosofía y fenomenología de la religión
Palabra, prodigio, poesía
==============================
Fonte
Novella n°3:
Narratore di 1° grado: Boccaccio
Narratore di 2° grado: Filomena
Narratore di 3° grado: Melchisedech
Tema centrale: L'astuzia
Schema narrativo:
Saladino ha bisogno di soldi e decide di chiederli in prestito a Melchisedech, un usuraio, ma prima vuole metterlo alla prova e lo manda a chiamare.
Saladino mette in atto il suo trabocchetto(domanda sulle tre fedi religiose)
Melchisedech trova subito l'ambiguità e per aggirare il trabocchetto racconta la novella dei tre fratelli e dei tre anelli; paragonando la conclusione alla questione a lui posta.
Saladino capisce che Melchsedech è un uomo saggio e gli confida i suoi progetti facendosi prestare i soldi senza alcun timore e diventando suo grande amico.
Personaggi ed ideologia mercantile:
Il personaggio principale di questa prima novella è Melchisedech: un usuraio arabo al quale Saladino si rivolge per ottenere un prestito. Egli, messo alla prova, si dimostra uomo molto saggio ed accorto, quindi possiamo dedurre, anche in questo caso, che le suddette caratteristiche erano peculiarità dei mercanti dell'epoca i quali, senza di esse, non avrebbero certo costruire il loro impero commerciale perché sarebbero stati prede di raggiri clamorosi e avrebbero perso stoltamente il loro denaro finendo nella miseria.
L'altro personaggio della novella è Saldino, il gran re di Persia che, dovendo chiedere soldi a Melchisedech, vuole anche verificare la sua validità come "mercante", quindi gli tende un trabocchetto costruito a regola d'arte, e, proprio da questo, possiamo capire la saggezza del sovrano che non vuole correre rischi personali e non vuole farli correre nemmeno al suo popolo.
Spazio e tempo:Non si notano nella novella riferimenti ambientali fissi o descrizioni di luoghi. L'unico elemento che può aiutarci a stabilire il luogo dove si svolge l'incontro tra i due è il riferimento alla chiamata di Melchisedech, che viene da Alessandria d'Egitto, da parte di Saladino, quindi si può dire con una certa sicurezza che il fatto narrato si svolge nel palazzo del re siariano, che si trovava nella capitale del regno. Anche per quanto riguarda il tempo la definizione è incerta, ma è possibile dedurre che la vicenda si svolge tra il 1174 e il 1193, periodo in cui Saladino dominò la Siria.
============================
Años atrás vivió un hombre llamado Saladino, cuyo valor era tan grande que llegó a sultán de Babilonia y alcanzó muchas victorias sobre los reyes sarracenos y cristianos. Habiendo gastado todo su tesoro en diversas guerras y en sus incomparables magnificencias, y como le hacía falta, para un compromiso que le había sobrevenido, una fuerte suma de dinero, y no veía de dónde lo podía sacar tan pronto como lo necesitaba, le vino a la memoria un acaudalado judío llamado Melquisedec, que prestaba con usura en Alejandría, y creyó que éste hallaría el modo de servirle, si accedía a ello; mas era tan avaro, que por su propia voluntad jamás lo habría hecho, y el sultán no quería emplear la fuerza; por lo que, apremiado por la necesidad y decidido a encontrar la manera de que el judío le sirviese, resolvió hacerle una consulta que tuviese las apariencias de razonable. Y habiéndolo mandado llamar, lo recibió con familiaridad y lo hizo sentar a su lado, y después le dijo:
-Buen hombre, a muchos he oído decir que eres muy sabio y muy versado en el conocimiento de las cosas de Dios, por lo que me gustaría que me dijeras cuál de las tres religiones consideras que es la verdadera: la judía, la mahometana o la cristiana.
El judío, que verdaderamente era sabio, comprendió de sobra que Saladino trataba de atraparlo en sus propias palabras para hacerle alguna petición, y discurrió que no podía alabar a una de las religiones más que a las otras si no quería que Saladino consiguiera lo que se proponía. Por lo que, aguzando el ingenio, se le ocurrió lo que debía contestar y dijo:
-Señor, intrincada es la pregunta que me haces, y para poderte expresar mi modo de pensar, me veo en el caso de contarte la historia que vas a oír. Si no me equivoco, recuerdo haber oído decir muchas veces que en otro tiempo hubo un gran y rico hombre que entre otras joyas de gran valor que formaban parte de su tesoro, poseía un anillo hermosísimo y valioso, y que queriendo hacerlo venerar y dejarlo a perpetuidad a sus descendientes por su valor y por su belleza, ordenó que aquel de sus hijos en cuyo poder, por legado suyo, se encontrase dicho anillo, fuera reconocido como su heredero, y debiera ser venerado y respetado por todos los demás como el mayor. El hijo a quien fue legada la sortija mantuvo semejante orden entre sus descendientes, haciendo lo que había hecho su antecesor, y en resumen: aquel anillo pasó de mano en mano a muchos sucesores, llegando por último al poder de uno que tenía tres hijos bellos y virtuosos y muy obedientes a su padre, por lo que éste los amaba a los tres de igual manera. Y los jóvenes, que sabían la costumbre del anillo, deseoso cada uno de ellos de ser el honrado entre los tres, por separado y como mejor sabían, rogaban al padre, que era ya viejo, que a su muerte les dejase aquel anillo. El buen hombre, que de igual manera los quería a los tres y no acertaba a decidirse sobre cuál de ellos sería el elegido, pensó en dejarlos contentos, puesto que a cada uno se lo había prometido, y secretamente encargó a un buen maestro que hiciera otros dos anillos tan parecidos al primero que ni él mismo, que los había mandado hacer, conociese cuál era el verdadero. Y llegada la hora de su muerte, entregó secretamente un anillo a cada uno de los hijos, quienes después que el padre hubo fallecido, al querer separadamente tomar posesión de la herencia y el honor, cada uno de ellos sacó su anillo como prueba del derecho que razonablemente lo asistía. Y al hallar los anillos tan semejantes entre sí, no fue posible conocer quién era el verdadero heredero de su padre, cuestión que sigue pendiente todavía. Y esto mismo te digo, señor, sobre las tres leyes dadas por Dios Padre a los tres pueblos que son el objeto de tu pregunta: cada uno cree tener su herencia, su verdadera ley y sus mandamientos; pero en esto, como en lo de los anillos, todavía está pendiente la cuestión de quién la tenga.
Saladino conoció que el judío había sabido librarse astutamente del lazo que le había tendido, y, por lo tanto, resolvió confiarle su necesidad y ver si le quería servir; así lo hizo, y le confesó lo que había pensado hacer si él no le hubiese contestado tan discretamente como lo había hecho. El judío entregó generosamente toda la suma que el sultán le pidió, y éste, después, lo satisfizo por entero, lo cubrió de valiosos regalos y desde entonces lo tuvo por un amigo al que conservó junto a él y lo colmó de honores y distinciones.
FIN -Buen hombre, a muchos he oído decir que eres muy sabio y muy versado en el conocimiento de las cosas de Dios, por lo que me gustaría que me dijeras cuál de las tres religiones consideras que es la verdadera: la judía, la mahometana o la cristiana.
El judío, que verdaderamente era sabio, comprendió de sobra que Saladino trataba de atraparlo en sus propias palabras para hacerle alguna petición, y discurrió que no podía alabar a una de las religiones más que a las otras si no quería que Saladino consiguiera lo que se proponía. Por lo que, aguzando el ingenio, se le ocurrió lo que debía contestar y dijo:
-Señor, intrincada es la pregunta que me haces, y para poderte expresar mi modo de pensar, me veo en el caso de contarte la historia que vas a oír. Si no me equivoco, recuerdo haber oído decir muchas veces que en otro tiempo hubo un gran y rico hombre que entre otras joyas de gran valor que formaban parte de su tesoro, poseía un anillo hermosísimo y valioso, y que queriendo hacerlo venerar y dejarlo a perpetuidad a sus descendientes por su valor y por su belleza, ordenó que aquel de sus hijos en cuyo poder, por legado suyo, se encontrase dicho anillo, fuera reconocido como su heredero, y debiera ser venerado y respetado por todos los demás como el mayor. El hijo a quien fue legada la sortija mantuvo semejante orden entre sus descendientes, haciendo lo que había hecho su antecesor, y en resumen: aquel anillo pasó de mano en mano a muchos sucesores, llegando por último al poder de uno que tenía tres hijos bellos y virtuosos y muy obedientes a su padre, por lo que éste los amaba a los tres de igual manera. Y los jóvenes, que sabían la costumbre del anillo, deseoso cada uno de ellos de ser el honrado entre los tres, por separado y como mejor sabían, rogaban al padre, que era ya viejo, que a su muerte les dejase aquel anillo. El buen hombre, que de igual manera los quería a los tres y no acertaba a decidirse sobre cuál de ellos sería el elegido, pensó en dejarlos contentos, puesto que a cada uno se lo había prometido, y secretamente encargó a un buen maestro que hiciera otros dos anillos tan parecidos al primero que ni él mismo, que los había mandado hacer, conociese cuál era el verdadero. Y llegada la hora de su muerte, entregó secretamente un anillo a cada uno de los hijos, quienes después que el padre hubo fallecido, al querer separadamente tomar posesión de la herencia y el honor, cada uno de ellos sacó su anillo como prueba del derecho que razonablemente lo asistía. Y al hallar los anillos tan semejantes entre sí, no fue posible conocer quién era el verdadero heredero de su padre, cuestión que sigue pendiente todavía. Y esto mismo te digo, señor, sobre las tres leyes dadas por Dios Padre a los tres pueblos que son el objeto de tu pregunta: cada uno cree tener su herencia, su verdadera ley y sus mandamientos; pero en esto, como en lo de los anillos, todavía está pendiente la cuestión de quién la tenga.
Saladino conoció que el judío había sabido librarse astutamente del lazo que le había tendido, y, por lo tanto, resolvió confiarle su necesidad y ver si le quería servir; así lo hizo, y le confesó lo que había pensado hacer si él no le hubiese contestado tan discretamente como lo había hecho. El judío entregó generosamente toda la suma que el sultán le pidió, y éste, después, lo satisfizo por entero, lo cubrió de valiosos regalos y desde entonces lo tuvo por un amigo al que conservó junto a él y lo colmó de honores y distinciones.
Filosofía y fenomenología de la religión
Palabra, prodigio, poesía
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Fonte
Novella n°3:
Narratore di 1° grado: Boccaccio
Narratore di 2° grado: Filomena
Narratore di 3° grado: Melchisedech
Tema centrale: L'astuzia
Schema narrativo:
Saladino ha bisogno di soldi e decide di chiederli in prestito a Melchisedech, un usuraio, ma prima vuole metterlo alla prova e lo manda a chiamare.
Saladino mette in atto il suo trabocchetto(domanda sulle tre fedi religiose)
Melchisedech trova subito l'ambiguità e per aggirare il trabocchetto racconta la novella dei tre fratelli e dei tre anelli; paragonando la conclusione alla questione a lui posta.
Saladino capisce che Melchsedech è un uomo saggio e gli confida i suoi progetti facendosi prestare i soldi senza alcun timore e diventando suo grande amico.
Personaggi ed ideologia mercantile:
Il personaggio principale di questa prima novella è Melchisedech: un usuraio arabo al quale Saladino si rivolge per ottenere un prestito. Egli, messo alla prova, si dimostra uomo molto saggio ed accorto, quindi possiamo dedurre, anche in questo caso, che le suddette caratteristiche erano peculiarità dei mercanti dell'epoca i quali, senza di esse, non avrebbero certo costruire il loro impero commerciale perché sarebbero stati prede di raggiri clamorosi e avrebbero perso stoltamente il loro denaro finendo nella miseria.
L'altro personaggio della novella è Saldino, il gran re di Persia che, dovendo chiedere soldi a Melchisedech, vuole anche verificare la sua validità come "mercante", quindi gli tende un trabocchetto costruito a regola d'arte, e, proprio da questo, possiamo capire la saggezza del sovrano che non vuole correre rischi personali e non vuole farli correre nemmeno al suo popolo.
Spazio e tempo:Non si notano nella novella riferimenti ambientali fissi o descrizioni di luoghi. L'unico elemento che può aiutarci a stabilire il luogo dove si svolge l'incontro tra i due è il riferimento alla chiamata di Melchisedech, che viene da Alessandria d'Egitto, da parte di Saladino, quindi si può dire con una certa sicurezza che il fatto narrato si svolge nel palazzo del re siariano, che si trovava nella capitale del regno. Anche per quanto riguarda il tempo la definizione è incerta, ma è possibile dedurre che la vicenda si svolge tra il 1174 e il 1193, periodo in cui Saladino dominò la Siria.
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Lessings Weiterführung der Boccaccio-Geschichte
Im Unterschied zu Boccaccios Erzählung ist der Ring, von dem Nathan berichtet, nicht bloß „wunderschön und kostbar“, sondern er enthält einen magischen Stein, dessen Wirkung jedoch nur eintritt, wenn der Träger an sie glaubt - die Mitwirkung des Besitzers also ist entscheidend.
Der Vater kann die drei Ringe nicht „kaum“, sondern wirklich gar nicht mehr unterscheiden, was ihn jedoch nicht hindert, „froh und freudig“ zu sein - er ist geradezu erleichtert, alle Söhne zufriedenstellen zu können.
Dann kommt der eigentliche Hauptteil, die Erzählung von der Zeit, als die Söhne das Erbe angetreten haben.
Der Streit der Söhne wird anschaulicher ausgemalt, um das Problem zu verdeutlichen.
Darauf wird der Richter eingeführt, den es bei Boccaccio noch nicht gab: Er bezieht sich auf die Wunderwirkung des echten Ringes und leitet daraus eine Aufgabe für die Besitzer ab. Sie wird entweder die Lösung bringen oder zeigen, dass die Besitzer in Bigotterie befangen waren. Als weiteres Ergebnis der Probezeit ist auch die Erkenntnis denkbar, dass alle drei Steine unecht sind und der wahre erste verlorengegangen ist.
In jedem Falle aber wird noch einmal deutlich, dass die Ringe und ihre Steine als solche ohne menschliches Sich-Bemühen nichts bewirken und dass der Vater alle drei Söhne gleich liebte und alle drei Ringe für gleich wertvoll hielt.
Des Richters Urteil, der echte Stein sei derzeit nicht erkennbar, und die sich daraus ergebende Aufgabe, jeder Sohn solle im Sinne seines Steines leben, verbietet Bigotterie, Intoleranz und Missionierung.
Nathan der Weise
Gotthold Ephraim Lessing (* 22 de enero de 1729 en Kamenz (Sajonia); † 15 de febrero de 1781 en Brunswick) fue el poeta alemán más importante de la ilustración. Con sus dramas y ensayos teóricos tuvo una influencia significativa en la evolución de la literatura alemana.
Contenido
Nathan el Sabio es una obra de teatro escrita por Gotthold Ephraim Lessing evangélico, y publicada en 1779. La obra es un fervoroso llamamiento a la tolerancia religiosa y, como tal, su representación fue prohibida por la Iglesia en vida de Lessing junto con otra de sus obras, Los judíos. Los Nazis también prohibieron su puesta en escena.
La parábola del anillo
La parábola del anillo
La catástasis (punto culminante) de la obra se alcanza con la Parábola del Anillo, narrada por Nathan cuando Saladino le pregunta cuál es la religión verdadera. En dicha parábola, una familia posee un anillo mágico capaz de hacer a su poseedor virtuoso a los ojos de Dios y de los hombres. Dicho anillo ha ido pasando de padres a hijos generación tras generación hasta llegar a manos de un padre, que tiene tres hijos a los que ama por igual y a los que promete, por separado, legar el anillo.
Dado que sólo lo puede legar a uno, pero ama y desea legárselo a los tres, decide encargar dos réplicas exactas del anillo, indistinguibles del original, y en su lecho de muerte da a cada uno de sus hijos uno de los anillos. Muerto el padre, los hijos comienzan a discutir sobre quién tiene el auténtico anillo y, al final, acaban pidiendo arbitrio a un sabio juez, que los conmina a vivir de manera virtuosa para que los poderes del anillo se muestren ciertos. Nathan compara esta parábola con las tres religiones, concluyendo que cada uno de nosotros sigue la religión que hemos aprendido de aquellos a quienes respetamos, y que las tres son verdaderas del mismo modo en que los tres anillos lo eran, en tanto en cuanto cada creyente siga los buenos preceptos de cada una de ellas.
Recepción
Lessing era un autor muy conocido en su tiempo, y la aparición de Nathan el Sabio fue un gran éxito entre los círculo a los que interesaba la problemática de la tolerancia. No obstante, en su estreno en Berlín en 1783 fue recibida fríamente por la crítica. Schiller, en todo caso, realizó una adaptación de la obra, extendiendo sobre todo sus simbolismos e imágenes pero eliminando la parábola del anillo, que fue representada en Weimar en 1803, con gran éxito. Será esta versión de la obra la que se impondrá durante el siglo XIX, y no será hasta entrado el siglo XX cuando el texto de Lessing sea recuperado.
Tras el inicio del siglo XIX, la obra, en su versión de Schiller, se convirtió en una de los textos básicos de la literatura alemana, un texto que todos los estudiantes alemanes debía leer. Como clásico teatral, se convirtió en una pieza típica del repertorio de los teatros alemanes, y hasta la segunda guerra mundial era una obra muy conocida por el gran público. El régimen nacional socialista, en cambio, prohibió su representación al afirmar que la caracterización de un judío ejemplar era contraria a la ideología del tercer Reich. En 1922 la obra fue adaptada al cine por Mafred Noa. Esta versión muda en blanco y negro elevó las críticas antisemitas y fue prohibida, como la propia obra de Lessing, por el Tercer Reich. Curiosamente, el actor principal de esta película haría de judío perverso en algunas películas de propaganda nazi. Con la caída del régimen de Hitler en 1945, Nathan el Sabio fue, de manera simbólica, la primera obra de teatro en ser representada en un teatro de Berlín.
En 1968, en un ensayo titulado Men for Dark Times (Hombres para épocas sombrías), la filósofa Hannah Arendt elogió a Lessing, reconociendo el compromiso de éste con valores como la amistad y la verdad. Tras los atentados del 11 de septiembre, la obra de Lessing experimentó un considerable aumento en su popularidad: Un llamamiento a la tolerancia resuena aún hoy, tras el siglo XVIII, tituló el New York Times a la reseña de la obra el 9 de diciembre de 2007. Los sucesos de guerra religiosa en el oriente medio han revalidado la actualidad de la obra de Lessing, que ha sido actualizada a los tiempos modernos por Edward Kemp en una versión de dos horas y media. En los Estados Unidos, la obra ha sido frecuentemente citada como una respuesta a las discrepancias religiosas entre distintas comunidades.
Film
Das Drama wurde im Jahre 1922 durch den jüdischen Filmregisseur Manfred Noa unter dem Titel Nathan der Weise verfilmt. Der Stummfilm galt nach dem Zweiten Weltkrieg als verschollen. Mitarbeiter des Filmmuseums München entdeckten ihn in Moskau, sorgten für eine aufwändige Restaurierung und veröffentlichten ihn 2006 auf DVD. 2009 wurde der Film für eine HD-Ausstrahlung auf arte mit neuer Filmmusik versehen.
Contenido del filme: El judío lo es todo; los demás, o cristiano o turco, son nada
– Regierungsrat Dr. Werberger, supervisor de la legislación
Nathan der Weise entstand als Großprojekt von Erich Wagowskis Bavaria-Filmkunst, die zum Konzern Münchner Lichtspielkunst (M.L.K., auch Emelka) gehörte. Im Gegensatz zu demokratischen Berlin, wo zu Beginn der 1920er-Jahre zahlreiche Ufa-Filme entstanden, hatte sich in München nach Niederschlagung der Räterepublik die politische Lage verschärft – die antisemitische Stimmung bekamen nicht zuletzt jüdische Kulturschaffende wie Wagowski und seine Regieentdeckung Manfred Noa zu spüren. Es ist jedoch nicht bekannt, inwieweit die Verfilmung von Lessings Nathan der Weise als Reaktion Wagowskis und Noas auf die antisemitischen Angriffe gewertet werden kann.
Die Dreharbeiten waren im September 1922 so weit beendet, dass der Film der Filmprüfstelle München vorgelegt werden konnte. Diese sprach sich gegen eine Zulassung des Films aus:
„Der Inhalt des Filmes [ist]: Der Jude ist alles, die anderen, ob Christ oder Türke sind nichts. […] Der Film wird […] Meinung und Gegenmeinung sofort im Kino herausfordern: dadurch wird es aller Wahrscheinlichkeit nach zu erregten Auseinandersetzungen und erfahrungsgemäß auch zu Tätlichkeiten kommen, sodaß der Bildstreifen außerordentlich geeignet erscheint, die öffentliche Ordnung und Sicherheit zu gefährden.“– Regierungsrat Dr. Werberger, Gutachter[1]
Die Kammer II der Filmprüfstelle München gab den Film jedoch mit dem Hinweis frei, dass antisemitische Ausfälle beim Sehen des Films nicht auf den Film selbst, sondern auf „die falsche Einstellung der Leute“ zurückzuführen seien – ein Verbot des Filmes würde im Umkehrschluss auch nicht dem Antisemitismus entgegenwirken.[2] Bereits im November 1922 versuchten Rechtsradikale, das Filmnegativ zu vernichten, doch wurde dies vereitelt.
Die Uraufführung von Nathan der Weise fand am 29. Dezember 1922 im Berliner Alhambra im Rahmen einer Veranstaltung zugunsten der Wohlfahrtseinrichtungen des freien deutschen Schrifttums statt. Die Kritik bewertete den Film positiv. In München sollte Nathan der Weise am 9. Februar 1923 in den Regina-Lichtspielen erstaufgeführt werden. Obwohl wohlweislich keinerlei Reklame gemacht wurde, um Übergriffe auf die Spielstätte zu verhindern, wurde dem Kinobetreiber am Tag der Erstaufführung angedroht, die Regina-Lichtspiele im Falle einer Aufführung des Films am folgenden Tag zu demolieren. Nachdem sich der Betreiber des Kinos ratsuchend an die Bavaria-Film gewandt hatte, fasste deren Direktor Hoppe einen waghalsigen Entschluss:
„Im Bewußtsein der Gefahr und auch, woher sie zu erwarten sei, wurde beschlossen, sich mit dem Parteiführer Hitler direkt in Verbindung zu setzen. An Stelle Hitlers empfing sein Vertreter […] Esser die Herren. Herr Direktor Hoppe erklärte sich bereit, eine Sondervorführung des Films für Herrn Esser zu veranstalten, damit er persönlich die Überzeugung gewinnen möge, daß dieser Film frei von jeglicher ihm zugemuteter Tendenz sei. […] Nach der Vorführung gab Esser seiner Meinung Ausdruck, der Film sei ein Propagandafilm, und beharrte darauf, trotz versuchter Widerlegungen des Direktors Hoppe.“– Nathan, der Allzuweise – für München.[3]
Am folgenden Tag hetzte Esser im Völkischen Beobachter gegen den Film, der ein „von verlogener und geheuchelter Humanität triefendes, echt jüdisches Machwerk“ sei.[4] Bereits nach 48 Stunden wurde Nathan der Weise in München wieder aus dem Programm genommen und in der Folge auch von keinem anderen Münchner Kino gespielt. Erst 1930 ist eine Vorführung von Nathan der Weise in München nachweisbar.[5] In Warschau wurde der Film 1923 aus politischen Gründen von der Zensur verboten; in Österreich wurde von der Zensur ein Schulverbot ausgesprochen und der Film unter dem „unverfänglichen“ Titel Die Träne Gottes gezeigt.
Regisseur Noa wurde 1924 von der Gloria-Film angeworben und verstarb bereits 1930 im Alter von 37 Jahren. Wagowski beging 1927 aufgrund finanzieller Probleme mit seiner Firma Ewe-Film Selbstmord.
Nathan der Weise, der nach 1933 keine Aufführung mehr erlebte, galt lange Zeit als verschollen. Erst 1996 wurde im Moskauer Gosfilmofond eine vollständige Schwarzweißkopie des Films entdeckt, die dort unter dem Titel Die Erstürmung Jerusalems gelagert war. Die Kopie erlebte mit korrigiertem Haupttitel und Akttiteln 1997 ihre öffentliche Neuaufführung. Im Jahr 2006 wurde Nathan der Weise in viragierter Fassung in der Edition filmmuseum auf DVD veröffentlicht.
Die öffentliche Weltpremiere des restaurierten Stummfilms fand am 24. Oktober 2009 in der Philharmonie im Gasteig München mit Live-Musik des deutsch-libanesischen Komponisten Rabih Abou-Khalil statt.[6] Anschließend ging das Projekt auf eine Filmtour im In- und Ausland.[7] Auch die Fernsehfassung des Films ist mit der Musik Abou-Khalils unterlegt. Neben Symphonieorchester und einem Streichertrio und sind an der Filmmusik auch Michel Godard, Jarrod Cagwin und Rabih Abou-Khalil selbst als Solisten beteiligt.
Kritik
Von der zeitgenössischen Kritik wurde Nathan der Weise bereits vor Fertiggestellung als „einer der schönsten Schlager 1922/23“ angesehen[8] und selbst vom Völkischen Beobachter als „geschickt aufgemachter, technisch zweifellos hervorragender“ Film gelobt.[4] Nachdem der Film der Münchner Presse vorgeführt worden war, war der Tenor überwiegend positiv.
Nach dem frühen Tod Manfred Noas geriet auch Nathan der Weise bald in Vergessenheit. Vor allem vor dem Hintergrund des expressionistischen Films galt Noa schließlich Filmkritikerin Lotte Eisner nur noch als mittelmäßiger Regisseur.[9] Erst seit den 1990er-Jahren wird Regisseur Noa und dem Film Nathan der Weise wieder mehr Aufmerksamkeit zuteil.
Der Filmdienst konstatierte: „Der bildgewaltige, eindrucksvoll inszenierte und faszinierend gespielte Ausstattungsfilm, dessen Titelcharakter durch seine Weitsicht die verschiedenen Glaubensrichtungen zum versöhnlichen Einlenken bringt, ist das Musterbeispiel eines politisch mutwillig missverstandenen Werks.“[10]
Weblinks
- Nathan der Weise in der deutschenund englischenVersion der Internet Movie Database
- Nathan der Weise bei filmportal.de
- Nathan der Weise bei arte.tv
lunes, 15 de agosto de 2011
Ernst Jünger
Fuente
Las culturas son casi siempre funerarias, en el sentido de que las personas sólo se hacen respetables al alcanzar un estatuto cadavérico.
youtube.com/watch? No me contradigo! (Part 1)
criticadelibros.com/?s=ernst+j%C3%BCnger&submit=BUSCAR
La emboscadura, de Ernst Jünger
Las culturas son casi siempre funerarias, en el sentido de que las personas sólo se hacen respetables al alcanzar un estatuto cadavérico.
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El auténtico problema -dijo cierta vez- es que una mayoría no quiere la libertad y aún le tiene miedo. Para llegar a ser libre hay que ser libre, pues la libertad es existencia, concordancia consciente con la existencia, y es el placer, sentido como destino, de hacerla realidad.
es.wikipedia.org/wiki/Ernst_JüngerEl auténtico problema -dijo cierta vez- es que una mayoría no quiere la libertad y aún le tiene miedo. Para llegar a ser libre hay que ser libre, pues la libertad es existencia, concordancia consciente con la existencia, y es el placer, sentido como destino, de hacerla realidad.
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La emboscadura, de Ernst Jünger
emboscadura.
La emboscadura es un himno a la libertad del hombre contra la coacción de las sociedades, de la tecnología y de la avalancha de informacíón, que aparece ayudar al ser humano a conocer su entorno cuando en realidad lo desdibuja, privando al individuo de experiencias propias.
Publicado a principios de la década de 1950 tras la segunda guerra mundial, como una profecía para un pasado y un futuro intemporales, en los que las tiranías amenazan al individuo singular por todos los costados, y entroncando con la concepción de Hölderlin del eterno retorno de los titanes, este ensayo plantea la coacción de la técnica y la productividad en la era de las democracias participativas.
En una tiranía -más que numerosas durante el siglo XX, y potencialmente advenedizas en cualquier instante-, o en una democracia tecnócrata, en las que el individuo se ve sometido a fuerzas destructoras de la individualidad, o a la coacción mecánica de un mundo sin alma, el emboscado es la persona que opone resistencia a este ‘movimiento’ desde el sigilo, con la no-participación y la oposición invisible. En un momento en el que la humanidad vive en un mundo feliz mientras que la otra mitad habita en 1984, el bosque, como símbolo, es la patria de la persona libre, que decide vivir por sus propios medios; es el refugio de la persona de acción que opera sin ser apercibida, del que tiene una estrategia, del que sabe cuando actuar, de la que comprende el proceso, del que sabe esperar, del que sabe qué esperar.
Para Jünger, el derecho a la intimidad no nace de una ley, sino del padre de familia, flanqueado pro sus hijos, y con un hacha en la mano defendiendo la puerta de su casa. Hombre es el que como tal se resiste, piensa, actúa, se asocia con quien quiere y rechaza a quien no le interesa.
El acto de unirse o asociarse a otros debe ser voluntario y no puede venir impuesto desde fuera.
Este es el inicio del libro, que quizás explique mejor que nadie su idea:
Publicado a principios de la década de 1950 tras la segunda guerra mundial, como una profecía para un pasado y un futuro intemporales, en los que las tiranías amenazan al individuo singular por todos los costados, y entroncando con la concepción de Hölderlin del eterno retorno de los titanes, este ensayo plantea la coacción de la técnica y la productividad en la era de las democracias participativas.
En una tiranía -más que numerosas durante el siglo XX, y potencialmente advenedizas en cualquier instante-, o en una democracia tecnócrata, en las que el individuo se ve sometido a fuerzas destructoras de la individualidad, o a la coacción mecánica de un mundo sin alma, el emboscado es la persona que opone resistencia a este ‘movimiento’ desde el sigilo, con la no-participación y la oposición invisible. En un momento en el que la humanidad vive en un mundo feliz mientras que la otra mitad habita en 1984, el bosque, como símbolo, es la patria de la persona libre, que decide vivir por sus propios medios; es el refugio de la persona de acción que opera sin ser apercibida, del que tiene una estrategia, del que sabe cuando actuar, de la que comprende el proceso, del que sabe esperar, del que sabe qué esperar.
Para Jünger, el derecho a la intimidad no nace de una ley, sino del padre de familia, flanqueado pro sus hijos, y con un hacha en la mano defendiendo la puerta de su casa. Hombre es el que como tal se resiste, piensa, actúa, se asocia con quien quiere y rechaza a quien no le interesa.
El acto de unirse o asociarse a otros debe ser voluntario y no puede venir impuesto desde fuera.
Este es el inicio del libro, que quizás explique mejor que nadie su idea:
Las preguntas que se nos hacen van simplificándose y exacerbándose. Llevan a disyuntivas, como lo muestran las elecciones. La libertad de «decir no» es restringida sistemáticamente. Está destinada a dejar patente la superioridad de quien hace las preguntas. Y se ha convertido en un riesgo que se asume en un sitio tácticamente equivocado. Lo dicho no pretende ser una objeción contra su significado moral. La emboscadura representa una nueva respuesta de la libertad. Los hombres libres son poderosos, aunque constituyen únicamente una minoría pequeñísima. Nuestro tiempo es pobre en grandes hombres, pero produce figuras. La amenaza configura pequeñas minorías selectas. Junto a las figuras del Trabajador y del Soldado Desconocido aparece una tercera figura, el Emboscado. El miedo puede ser vencido por la persona singular si ésta adquiere conocimiento de su poder. La emboscadura, en cuanto conducta libre en la catástrofe, es independiente de las fachadas político–técnicas y de sus agrupaciones. La emboscadura no contradice a la evolución, sino que introduce libertad en ella mediante la decisión de la persona singular. En la emboscadura la persona singular se confronta consigo misma en su sustancia individual e indestructible. Esa confrontación expulsa el miedo a la muerte. Aquí las Iglesias no pueden dar más que asistencia, pues, en su decisión, la persona singular está solitaria, y el teólogo puede, ciertamente, hacerla cobrar consciencia de su situación, mas no sacarla de ella. El emboscado atraviesa por su propia fuerza el meridiano cero. En las esferas de la medicina, del derecho y del empleo de las armas la decisión soberana corresponde al emboscado, quien tampoco en la moral actúa de acuerdo con doctrinas y se reserva la aceptación de las leyes. El emboscado no participa en el culto del crimen. El decide la naturaleza de su propiedad y el modo de afirmarla. Es consciente de la inatacable profundidad desde la que también la Palabra otorga una y otra vez plenitud al mundo. En eso está el cometido del «Aquí y ahora».
Arte y Tercer Reino
Gottfried Benn liest einen Auszug aus seinem Essay 'Kunst und Drittes Reich', veröffentlicht 1949. Rundfunkaufnahme von 1951.
youtube.com/watch?v=m0PXJd1AU5U
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La novia del negro
De Morgue y otros poemas (Berlín, 1912)
Negerbraut
Dann lag auf Kissen dunklen Bluts gebettet
der blonde Nacken einer weißen Frau.
Die Sonne wütete in ihrem Haar
und leckte ihr die hellen Schenkel lang
und kniete um die bräunlicheren Brüste,
noch unentstellt durch Laster und Geburt.
Ein Nigger neben ihr: durch Pferdehufschlag
Augen und Stirn zerfetzt. Der bohrte
zwei Zehen seines schmutzigen linken Fußes
ins Innere ihres kleinen weißen Ohrs.
Sie aber lag und schlief wie eine Braut:
am Saume ihres Glücks der ersten Liebe
und wie vorm Aufbruch vieler Himmelfahrten
des jungen warmen Blutes.
Bis man ihr
das Messer in die weiße Kehle senkte
und einen Purpurschurz aus totem Blut
ihr um die Hüften warf.
============ 000 ============
Pues, sobre cojines de oscura sangre recostaba
la rubia nuca de una mujer blanca.
El sol asolaba sus cabellos,
lamia lo largo de sus pálidos muslos
y se arrodillaba ante sus pechos, más morenos;
todavía no desfigurados por vicio y parto.
A su lado un negro: destrozados por una coz
los ojos, la frente. Metía éste
dos dedos de su sucio pie izquierdo
en el interior de su pequeña y blanca orejita.
Pero ella, tendida ahí, dormía como una novia:
en la orla de la dicha del primer amor
y como a la partida de muchos viajes celestiales
de la joven y ardiente sangre.
Hasta que le
hundieron el cuchillo en la blanca garganta,
hasta que un púpura delantal de sangre muerta
sobre sus caderas pusieron.
Traducción: Carlos Enrique Bähren
============ 000 ============
English translation by Supervert
supervert.com/elibrary/gottfried_benn
Nigger Bride
Then the blond neck of a white woman
lay bedded on dark bloody cushions.
The sun stormed in her hair
and licked along her light thighs
and kneeled at her brownish breasts,
not yet distorted by vice or birth.
Beside her a nigger, eyes and forehead
shredded by a horse's hoof, digging
two toes of his dirty left foot
into her little white ear.
Yet she lay asleep like a bride:
at the brink of first love's joys
as on the eve of many an Ascension
of warm young blood.
Until we sank
the knife into her white throat
and cast a purple garter of dead blood
around her hips.
Gottfried Benn
Fuente
En unos años, principios del siglo XX, donde provocar era casi una obligación (artística, política y moral), que un libro de poesía convulsionara el mundillo de la bohemia alemana como lo hizo Morgue y otros poemas es ahora, visto retrospectivamente, un fenómeno puntual, feliz e irrepetible.
El expresionismo fue una ruptura con lo convencional y lo canónico a muchos niveles. Aunque como todo movimiento cultural no nació ex nihilo, los zarpazos de los artistas expresionistas le deben mucho a la aparentemente plácida sociedad de entreguerras, con su fanatismo y violencia soterrados.
El expresionismo no fue solamente un hallazgo pictórico o cinematográfico, sino también literario; y Gottfried Benn fue, en poesía, su primer representante.La novia del negro pertenece, en efecto, a ese libro que hizo saltar las costuras de la corrección artística. Junto al encanto de lo mórbido y la delectación por lo grotesco, Benn muestra su furia antiburguesa. Una provocación que encima venía revestida de una armonía clásica, de un lirismo todavía más hiriente. Para que a un poeta le dediquen insultos -¿loas?- como “esnob infernal” o “arribista de poco fiar” no basta con vestir como un dandy.
En las siguientes décadas, atrás ya la moda expresionista, Benn, fascinado por la retórica nazi, llegaría a colaborar -al principio entusiastamente- en la puesta en escena de aquel “auto de fe del espíritu”, como lo llamó Joseph Roth.
Las ratas y Decisión del "portador de luz"
The Times Literary Supplement
Lucifer's Decision
Lucifer slept on the journey south,
But only once –
For in the morning he had to decide
Whether, having crossed the river,
And said goodbye to the moon,
When no more dogs were barking
Nor hut smoke could be seen
Nor any voices heard,
Whether to take the left
Or right arm of the road.
It was best not to stop
Not think of warmth
But lunge without thought to left or right.
Either that, or broach the centre –
A wilderness of granite green
In which one lived as long
And learned far more
Than after the exhaustion of a quick decision,
Or the utter ruin of a right one.
To read the previous Poem of the Week, "Portrait Painter" by Dick Davis, click here.
To read "The Rats", here
Lucifer's Decision
Lucifer slept on the journey south,
But only once –
For in the morning he had to decide
Whether, having crossed the river,
And said goodbye to the moon,
When no more dogs were barking
Nor hut smoke could be seen
Nor any voices heard,
Whether to take the left
Or right arm of the road.
It was best not to stop
Not think of warmth
But lunge without thought to left or right.
Either that, or broach the centre –
A wilderness of granite green
In which one lived as long
And learned far more
Than after the exhaustion of a quick decision,
Or the utter ruin of a right one.
--Allan Sillitoe (1978)
"Lucifer's Decision" is part of a verse sequence, "Snow on the North Side of Lucifer", of which the TLS published four extracts in July 1978. Sillitoe's devotion to the Bible and the Christian myths, as a source of stories and symbols, was lifelong; he also, as a young man, immersed himself in the Greek and Latin Classics in translation. This poem's distinctive syntax and phrasing seem to owe something to Robert Graves, who had encouraged Sillitoe when the young writer took Ruth Fainlight to live with him in Majorca in the 1950s.
To read some of Alan Sillitoe's prose work for the TLS, click here. To read the previous Poem of the Week, "Portrait Painter" by Dick Davis, click here.
To read "The Rats", here
domingo, 14 de agosto de 2011
Unemployed: Buy apples (1931)
«Decía un poeta español que, en Nueva York, las estrellas le parecían anuncios luminosos. A mí, en cambio, los anuncios luminosos me parecen estrellas, y Nueva York, es, en mi concepto, una ciudad romántica, no a pesar de su brutalidad y de su codicia, sino por ellas precisamente.» --Julio Camba
Publicado por primera vez en 1932, La ciudad automática es un libro de culto, una referencia insoslayable de la literatura periodística del siglo XX. Con su habitual sentido del humor y su facilidad por convertir la anécdota en categoría filosófica, Julio Camba realiza en estas páginas uno de los homenajes más hermosos que se han tributado nunca a la ciudad de Nueva York. Recuperado hoy para el lector español es a la vez un motivo de júbilo y un acto de justicia poética.
La ciudad del tiempo
¿Qué cosa extraña es esta que me ocurre a mí con Nueva York? Me paso la vida acechando la menor oportunidad para venir aquí, llego, y en el acto me siento poseído de una indignación terrible contra todo. Nueva York es una ciudad que me irrita, pero que me atrae de un modo irresistible, y cuanto más me doy cuenta de lo que me atrae, a sabiendas de lo que me irrita, me irrita, naturalmente, muchísimo más todavía.
Todas las comparaciones que se me ocurren para definir la clase de atracción que Nueva York ejerce sobre mí pertenecen por entero al género romántico: la vorágine, el abismo, «el pecado», las mujeres fatales, las drogas malditas... ¿Será, acaso, Nueva York una ciudad romántica?
Para mí, es la ciudad romántica por excelencia, y cuanto más desmedida la veo, la considero más inspirada; pero sobre esto tendríamos que entendernos. El romanticismo de Wall Street no es del mismo orden que el del Puente de los Suspiros, y no sirve para los comerciantes retirados ni para los matrimonios burgueses en viaje de luna de miel. Decía un poeta español que, en Nueva York, las estrellas le parecían anuncios luminosos. A mí, en cambio, los anuncios luminosos me parecen estrellas, y Nueva York, es, en mi concepto, una ciudad romántica, no a pesar de su brutalidad y de su codicia, sino por ellas precisamente. Por su brutalidad y su codicia, por su estridencia, por su violencia, por su culto de las catástrofes, por su sacrificio constante del pasado y del porvenir al momento presente, por la organización comercial de sus crímenes y la organización criminal de sus negocios, por su clima contradictorio, desmesurado e incontrolable; por su afán de escalar el cielo haciendo cada año un edificio más alto que los demás, y, en suma, por su ilimitación. ¿Conciben ustedes nada más romántico —para poner un ejemplo concreto— que esto de prohibir las bebidas alcohólicas a fin de elevar a la categoría de delito el acto de tomarse un aperitivo?
Nueva York es, indudablemente, la ciudad más romántica del mundo moderno, pero no creo que esto baste a explicar su extraño atractivo, y mi problema sigue en pie: ¿por qué me atrae de tal modo una ciudad que me irrita tanto? ¿Dependerá ello tal vez de una aberración mía? ¿Seré yo un caso morboso? ¿Tendré en el fondo de mi conciencia algún complejo de un orden desconocido y necesitaré quizá los cuidados profesionales del profesor Freud?
No lo creo, porque Nueva York me atrae a pesar mío, como atrae a pesar suyo a todo el mundo moderno. Uno viene hacia aquí solicitado por el afán ineludible de vivir su época, ya que Nueva York está en el centro de esta época tan exactamente como el cerro de Los Ángeles en el centro de España. Visto desde Nueva York, el resto del mundo ofrece un espectáculo extemporáneo, semejante al que ofrecería una estrella que estuviese distanciada del punto de observación por muchos años de luz: el espectáculo actual de una vida pretérita, quizá envidiable, pero imposible de vivir porque ya pertenece a la Historia. Nueva York es, ante todo, el momento presente. Es el momento presente sin más relación con el porvenir que con el pasado. El momento presente íntegro, puro, total, aislado, desconectado. Al llegar aquí, la primera sensación no es la de haber dejado atrás otros países, sino otras épocas, épocas probablemente muy superiores a ésta, pero en todas las cuales nuestra vida constituía una ficción porque ninguna de ellas era realmente nuestra época. Nuestra época sólo Nueva York ha acertado a encarnarla, y probablemente ésta es la verdadera causa de que la gran ciudad nos atraiga y nos rechace a la vez de un modo tan poderoso.
Nos atrae porque uno no puede vivir al margen del tiempo, y nos rechaza por la estupidez enorme del tiempo en que le ha tocado vivir a uno.
«Buy apples»
Llego a Nueva York cuando Nueva York se encuentra en plena crisis económica. En cada esquina hay un hombre bastante bien vestido con un cajón de fruta sobre la acera y un cartelón que dice: «Unemployed: Buy apples (Desempleados: comprad manzanas)». Al principio yo me imaginé que como los desempleados carecen, probablemente, del dinero necesario para procurarse buenas chuletas, aquellos hombres les aconsejaban que se arreglasen de momento con unas manzanitas, lo que, en medio de todo, no hubiese carecido de lógica; pero luego me enteré mejor. Quien debe adquirir las manzanas es el público en general, y los que las venden justifican el precio de venta por el hecho de haberse quedado sin trabajo. La venta de manzanas constituye hoy, por tanto, en Nueva York, una forma encubierta de mendicidad y equivale a tocar el violín, decir la buenaventura, ofrecer una flor, mostrar un niño encanijado, cantar una romanza, exhibir una úlcera, etc., etc.
Todo el mundo compra manzanas; unos por caridad, otros por patriotismo, muchos por prescripción facultativa, y hasta hay algunos que las compran porque, realmente, son aficionados a ellas. Un informador del New York American que se puso a vender manzanas en la parte baja de la ciudad hizo en una hora cerca de doce dólares, lo que supone una venta de veinte docenas. Y, como las cosas duran desde hace un mes, uno no puede por menos de escamarse un poco.
«Tantas manzanas no se encuentran así como así a disposición de los desocupados», se dice uno. Aquí hay, seguramente, una organización.
Y, en efecto, aquí hay una organización y una organización bastante complicada. Parece que la cosecha de manzanas ha sido este año (1931) excepcional en New England, y este aumento de producción coincidió con una depresión general del mercado, debida a la crisis económica. Los sin trabajo, por ejemplo, no podían comprar manzanas, y, como no podían comprar manzanas, se les dedicó a venderlas. Naturalmente, se hizo una gran publicidad. Se excitó el pundonor de los hombres, diciendo que en América nadie debe pasar hambre, y la piedad de las mujeres. Se presentó a los vendedores de manzanas como millonarios arruinados en la Bolsa. ¡Qué sé yo...! Ello es que la Compañía acaparadora está ganando lo indecible y que a los desocupados ningún empleo les había producido nunca tanto dinero como el empleo de desocupados.
Pero la cosa no concluye aquí. Al contrario, es aquí, casi, donde empieza. Al ver que los desocupados se sacaban quince y veinte dólares al día, hay quien dice que una gran Empresa acaparó toda la desocupación de Nueva York, en tal forma, que hoy no pueden ya vender aquí manzanas más hombres sin empleo que los hombres sin empleo empleados por esa Empresa. Esa Empresa le da a usted, por ejemplo, seis dólares diarios para utilizarle como hombre que no tiene jornal, y, el día en que el manager le despide a usted, ese día deja usted de ser un desempleado, y ya no puede solicitar el auxilio de las gentes bajo el pretexto de vender manzanas ni bajo ningún otro... Hay quien dice esto, y hay quien dice más todavía. Hay quien dice que los racketeers, estas magníficas organizaciones criminales de Nueva York —ya hablaremos de ellas extensamente—, que se hacen subvencionar por todo el mundo, desde los dueños de speakeasies, o establecimientos donde se venden bebidas espirituosas, a los limpiabotas y los barberos, intervienen también en la venta de manzanas, y se llevan, por lo menos, un centavo de los cinco que el comprador paga por cada una.
Por mi parte no afirmo nada, pero todo me parece verosímil, y, desde mi punto de vista, la verosimilitud es siempre más importante que la verdad. Aquí hay una gran crisis económica; pero tal es la vitalidad del país, que esta crisis económica se traduce fatalmente en nuevos y formidables negocios. En Francia se haría una campaña a favor del ahorro. Aquí, les parecerá a ustedes absurdo, pero se preconiza, en cambio, el despilfarro. «Para que la prosperidad vuelva —decía un letrero que he visto ayer en el cine— hay que poner en circulación mil millones más de dólares. Que cada ciudadano aumente en un dólar sus gastos del día, y la crisis estará resuelta inmediatamente.»
Y, en vista de que se gana poco, se gasta más que nunca. El pequeño comercio finge saldos, y la gente adquiere una cantidad de cosas que no necesita absolutamente para nada, y que, en rigor, no sirven para nada tampoco: recuerdos, chismes de fantasía, objetos de regalo que, en efecto, hay que acabar siempre por regalarle a alguien; artículos de Navidad, etc., etc., etc., etc.
La orgía bursátil
¡Magnífica orgía aquella orgía de la Bolsa neoyorquina, de donde han salido tantos hombres a vender manzanas en medio de la calle! Entonces todo el mundo jugaba. Con cien dólares en efectivo se podían manejar muchos miles en acciones, y a veces no hacía falta si quiera efectivo ninguno. El que tenía una profesión o un empleo, echaba una firma, y en paz. La Bolsa de Nueva York admitía toda suerte de boquillazos, y, al facilitar de este modo la compra de acciones, la demanda aumentaba, y, al aumentar la demanda, las acciones subían, y todos ganaban; y, como ganaban, compraban más acciones, y las acciones volvían a subir, y las gentes volvían a ganar, y el globo se iba dilatando, y, cuanto más se dilataba el globo, ascendía aún mucho más alto, y nadie pensaba en el reventón inevitable. Ésta es, en su primera parte, la historia de la última catástrofe bursátil que ha ocurrido en Nueva York. Segunda parte: un bell-boy del hotel, que acaba de traerme hielo, me ha dicho que tiene que apartar veinticinco dólares cada semana para cubrir su déficit en la Bolsa. Los chicos de los ascensores están en el mismo caso, y el jefe del limpiabotas paga doscientos dólares al mes. Sólo me falta por interrogar a una negra que me limpia el cuarto todos los días cantando unas canciones del Sur al ritmo del aspirador eléctrico, pero temo que, si la interrogo, se ponga triste y deje de cantar.
Todos estos pequeños menestrales —los limpiabotas, las criadas, los chicos de recados, etcétera— se sacaban por aquel entonces sus buenos cien o doscientos dólares una semana con otra, y la vida no tenía limitaciones para ellos. ¿Que el «dulce corazón» quería un abrigo de pieles? Pues allá iba el abrigo de pieles para que el dulce corazón no se enfriase. ¿Que en qué restaurant se cenaba? Pues en el que tuviese la mejor revista de todo el Broadway. ¿Que si el elevado o un taxi? Desde luego, un taxi, pero para la próxima ocasión convendría ir pensando si era preferible comprar un Buick de segunda mano o un Ford nuevecito del último modelo. Nadie reparaba en los precios de las cosas, porque todo se vendía a cualquier precio que fuese. Los comerciantes se hacían de oro, y Nueva York parecía una ciudad de las mil y una noches.
Pero no crean ustedes que Nueva York se ha achicado mucho con la catástrofe. Al contrario, Nueva York ama el peligro y adora las catástrofes, que constituyen, en último término, una de sus mejores formas de publicidad. Si las gentes no pudieran arruinarse aquí de la noche a la mañana, tampoco podrían enriquecerse de la mañana a la noche. La segunda posibilidad lleva implícita la primera, y a la hora actual Nueva York sigue lanzando nuevos negocios e inflando nuevos globos. El globo de la crisis comercial, por ejemplo, el globo de la desocupación y la miseria, no sería extraño que llegase a adquirir un volumen comparable al del globo de la prosperidad.
En España no ocurren catástrofes. Nadie se arruina en nuestra tierra de una manera colectiva; pero si se arruinase alguien, ¿en qué se lo íbamos a conocer? Tendríamos que esperar hasta que se le rayera el traje y se le torciesen los tacones, porque, en fin, yo no sé de ningún ciudadano que pague ahí 20.000 duros mensuales de alquiler para que, verdaderamente, pudiera suponer una diferencia notoria su tránsito del estado de inquilino al estado de vagabundo. Claro que a veces, y de un modo individual, se arruina un rico en España o se enriquece un pobre, pero también a veces nace una ternera con cinco patas o le brotan a una mujer unas barbas hasta la cintura. Cuando se enriquece un pobre en España o cuando se arruina un rico parece que se hubiera subvertido no ya el orden social, sino el propio orden de la Naturaleza. Es algo así como si un braquicéfalo rubio, después de treinta o cuarenta años de ser braquicéfalo y de ser rubio, se transformase inopinadamente a la vista del público en un dolicocéfalo moreno. En España uno es rico o es pobre como es alto o bajo, chato o narigón y de ojos negros o de ojos azules. Es rico o pobre, generalmente por herencia, y por una herencia que tiene todos los caracteres de la herencia fisiológica.
La ciudad sin clima
Nueva York es una ciudad sin clima. Tiene calefacción y frigorificación, pero no tiene clima. Toda la temperatura de Nueva York es importada. El frío viene directamente del Polo, a gran velocidad, y el calor procede del golfo de México. A veces, no bien acaba de llegar una remesa de frío por la Grand Central Station, cuando aparece por la estación de Pensylvania una remesa de calor, y uno, no pudiendo determinar si tiene mucho calor o si tiene mucho frío, busca en los diarios el boletín meteorológico para saber a qué atenerse; pero los zaragozanos neoyorquinos no hacen jamás declaraciones concretas. «Temperatura baja, con tendencia a subir. Vientos del Norte, del Sur, del Este y del Oeste. Lluvia probable. Quizá nieve. Tal vez granizo. Parcialmente nublado. Buen tiempo. Barómetro muy variable.»
En este país donde todo se encuentra estandarizado, lo único que cambia es el estado del tiempo. No tomen ustedes a broma el boletín meteorológico que acabo de reproducir. Todos los fenómenos anunciados en él pueden producirse aquí, y se producen muy a menudo, en un mismo día. De hora a hora la temperatura tiene oscilaciones enormes. Tan pronto llueve torrencialmente como luce un sol espléndido. El Hudson está, poco más o menos, a la latitud del Tajo, y cada quince o veinte días aparece helado, aun en plena primavera. Del Norte o del Sur, los vientos llegan siempre aquí tal y como salen, sin tropezarse en todo el camino con un solo accidente que los modifi que, y, al pasearse por Nueva York, uno tiene con frecuencia la sensación epidérmica de andarse paseando entre Veracruz y el Polo. A veces el aire sopla con tanta violencia, que toda la floresta de los rascacielos gime y se estremece a su empuje, y, minutos después, el humo de las fábricas se eleva majestuosamente en una calma perfecta.
Los neoyorquinos creen que, con tener un radiador echando chispas en cada habitación y un frigorífico en cada cocina, ya no hay problemas para ellos; pero, en fin, la calefacción central no tiene todavía categoría de clima, y el frío industrial tampoco, y Nueva York necesita un clima propio con la mayor urgencia. No un clima doméstico, sino un clima de calle. No un clima casero, sino un clima general.
Sería admirable, desde luego, el que en los Estados Unidos no hubiese clima, porque el clima desarrolla el carácter y diferencia a unos hombres de otros. Sería admirable, pero sólo a condición de que la gran República pudiera aislarse y no recibiese nunca la infl uencia de climas extraños. Para estar a merced de los hielos septentrionales o de los ciclones tropicales más vale que míster Ford empiece a fabricar en Detroit una temperatura estándar y que la distribuya desde allí, con un igual porcentaje de humedad, por todos los Estados de la Unión. Y, mejor aún: ¿por qué no cogen los Estados Unidos el Gulf Stream y lo cambian de curso? Eso de que el Gulf Stream vaya a entibiar las costas de Europa está en abierta contradicción con la doctrina de Monroe, y, así como el famoso Big Bill Thompson se ha hecho elegir por tres veces alcalde de Chicago con este programa: «Echemos de Chicago al rey Jorge», no veo por qué no ha de presentarse candidato a la presidencia de la República con este otro: «Restituyámosle a América el Gulf Stream».
Las dificultades técnicas para desviar el curso de la corriente no creo que fuesen insuperables, y el gasto quedaría muy pronto compensado con una sola cosa: los gabanes de pieles que Europa, muerta de frío, no tendría más remedio que comprar aquí.
Antropología intestina
Si quisiéramos incorporar a lo que en términos generales se llama Historia la historia particular de Nueva York, nos haríamos un lío espantoso, porque lo que en términos generales se llama Historia suele ser historia social, o historia religiosa, o historia política, y la historia de Nueva York es, pura y simplemente, historia natural. Todos ustedes conocen el cinematógrafo acelerado, en el que, a la vista del público, las semillas se convierten en plantas, las flores en frutos y los gusanos en mariposas. Pues Nueva York tiene un ritmo comparable tan sólo al del cinematógrafo acelerado. Nariz judaica o pómulo tártaro, belfo semita o párpado mongol, todas estas creaciones milenarias, que parecen poseer un carácter permanente, Nueva York las destruye y las cambia por otras en el espacio de dos o tres generaciones, y durante el período evolutivo la Humanidad nos ofrece aquí los más sorprendentes espectáculos. Negros de nariz aquilina, escandinavos con pigmentación negroide, judíos chatos, mulatos barbudos... La pelambrera en astracán de los hijos del África sobre la cabeza cuadrada del germano o la mirada oblicua del chino en la clara pupila del anglosajón.
—No. No se fije usted demasiado —parecen decirle a uno los padres de estas extraordinarias criaturas cuando uno se pone a observarlas—. Esto no es más que un anteproyecto, una maquette de carácter provisional. Vuelva usted a la próxima generación y entonces podrá ver ya el proyecto definitivo.
A veces un ciudadano se presenta ante usted con unas narices tan notoriamente opuestas a todo el resto de su fisonomía, que usted empieza a entrar en sospechas.
—Estas narices —piensa usted— no pueden haber sido adquiridas de un modo legítimo.
Y, en efecto, aquellas narices representan una usurpación antropológica, y, si usted pudiese hablar francamente, le aconsejaría a su portador que procurase cambiarlas por otras en la generación venidera.
Pero no todo son narices o ángulos faciales, pigmentos ni tegumentos en esta metamorfosis acelerada a que está sometida aquí la Humanidad. Un italiano, por ejemplo, no necesita para americanizarse el mismo desgaste de pómulos que un tibetano, y, sin embargo, el proceso de su adaptación a este medio tiene una emoción enorme. Yo he visto el otro día a una familia italiana cuyos hijos no eran ya italianos, sin que hubiesen llegado tampoco a ser americanos todavía, y si las chicas me hacían pensar en unos pájaros que estuviesen cambiando de pluma, los muchachos me recordaban al cangrejo cuando muda el caparazón. En la forma, todavía italiana, de las caras femeninas, la expresión empezaba ya a ser americana. Los cuerpos no habían llegado aún a adquirir la esbeltez estándar del cuerpo neoyorquino, y al ponerse en movimiento con este ritmo de shimmy que usan aquí todas las chicas para andar, producían una impresión de ambigüedad verdaderamente patética. En rigor, podría decirse que, desde los ademanes a la voz, todo era un poco ambiguo en aquella familia, y es que aquella familia no había acabado aún de americanizarse y estaba, como si dijéramos, en pleno período de pubertad antropológica.
¿Qué cosa extraña es esta que me ocurre a mí con Nueva York? Me paso la vida acechando la menor oportunidad para venir aquí, llego, y en el acto me siento poseído de una indignación terrible contra todo. Nueva York es una ciudad que me irrita, pero que me atrae de un modo irresistible, y cuanto más me doy cuenta de lo que me atrae, a sabiendas de lo que me irrita, me irrita, naturalmente, muchísimo más todavía.
Todas las comparaciones que se me ocurren para definir la clase de atracción que Nueva York ejerce sobre mí pertenecen por entero al género romántico: la vorágine, el abismo, «el pecado», las mujeres fatales, las drogas malditas... ¿Será, acaso, Nueva York una ciudad romántica?
Para mí, es la ciudad romántica por excelencia, y cuanto más desmedida la veo, la considero más inspirada; pero sobre esto tendríamos que entendernos. El romanticismo de Wall Street no es del mismo orden que el del Puente de los Suspiros, y no sirve para los comerciantes retirados ni para los matrimonios burgueses en viaje de luna de miel. Decía un poeta español que, en Nueva York, las estrellas le parecían anuncios luminosos. A mí, en cambio, los anuncios luminosos me parecen estrellas, y Nueva York, es, en mi concepto, una ciudad romántica, no a pesar de su brutalidad y de su codicia, sino por ellas precisamente. Por su brutalidad y su codicia, por su estridencia, por su violencia, por su culto de las catástrofes, por su sacrificio constante del pasado y del porvenir al momento presente, por la organización comercial de sus crímenes y la organización criminal de sus negocios, por su clima contradictorio, desmesurado e incontrolable; por su afán de escalar el cielo haciendo cada año un edificio más alto que los demás, y, en suma, por su ilimitación. ¿Conciben ustedes nada más romántico —para poner un ejemplo concreto— que esto de prohibir las bebidas alcohólicas a fin de elevar a la categoría de delito el acto de tomarse un aperitivo?
Nueva York es, indudablemente, la ciudad más romántica del mundo moderno, pero no creo que esto baste a explicar su extraño atractivo, y mi problema sigue en pie: ¿por qué me atrae de tal modo una ciudad que me irrita tanto? ¿Dependerá ello tal vez de una aberración mía? ¿Seré yo un caso morboso? ¿Tendré en el fondo de mi conciencia algún complejo de un orden desconocido y necesitaré quizá los cuidados profesionales del profesor Freud?
No lo creo, porque Nueva York me atrae a pesar mío, como atrae a pesar suyo a todo el mundo moderno. Uno viene hacia aquí solicitado por el afán ineludible de vivir su época, ya que Nueva York está en el centro de esta época tan exactamente como el cerro de Los Ángeles en el centro de España. Visto desde Nueva York, el resto del mundo ofrece un espectáculo extemporáneo, semejante al que ofrecería una estrella que estuviese distanciada del punto de observación por muchos años de luz: el espectáculo actual de una vida pretérita, quizá envidiable, pero imposible de vivir porque ya pertenece a la Historia. Nueva York es, ante todo, el momento presente. Es el momento presente sin más relación con el porvenir que con el pasado. El momento presente íntegro, puro, total, aislado, desconectado. Al llegar aquí, la primera sensación no es la de haber dejado atrás otros países, sino otras épocas, épocas probablemente muy superiores a ésta, pero en todas las cuales nuestra vida constituía una ficción porque ninguna de ellas era realmente nuestra época. Nuestra época sólo Nueva York ha acertado a encarnarla, y probablemente ésta es la verdadera causa de que la gran ciudad nos atraiga y nos rechace a la vez de un modo tan poderoso.
Nos atrae porque uno no puede vivir al margen del tiempo, y nos rechaza por la estupidez enorme del tiempo en que le ha tocado vivir a uno.
«Buy apples»
Llego a Nueva York cuando Nueva York se encuentra en plena crisis económica. En cada esquina hay un hombre bastante bien vestido con un cajón de fruta sobre la acera y un cartelón que dice: «Unemployed: Buy apples (Desempleados: comprad manzanas)». Al principio yo me imaginé que como los desempleados carecen, probablemente, del dinero necesario para procurarse buenas chuletas, aquellos hombres les aconsejaban que se arreglasen de momento con unas manzanitas, lo que, en medio de todo, no hubiese carecido de lógica; pero luego me enteré mejor. Quien debe adquirir las manzanas es el público en general, y los que las venden justifican el precio de venta por el hecho de haberse quedado sin trabajo. La venta de manzanas constituye hoy, por tanto, en Nueva York, una forma encubierta de mendicidad y equivale a tocar el violín, decir la buenaventura, ofrecer una flor, mostrar un niño encanijado, cantar una romanza, exhibir una úlcera, etc., etc.
Todo el mundo compra manzanas; unos por caridad, otros por patriotismo, muchos por prescripción facultativa, y hasta hay algunos que las compran porque, realmente, son aficionados a ellas. Un informador del New York American que se puso a vender manzanas en la parte baja de la ciudad hizo en una hora cerca de doce dólares, lo que supone una venta de veinte docenas. Y, como las cosas duran desde hace un mes, uno no puede por menos de escamarse un poco.
«Tantas manzanas no se encuentran así como así a disposición de los desocupados», se dice uno. Aquí hay, seguramente, una organización.
Y, en efecto, aquí hay una organización y una organización bastante complicada. Parece que la cosecha de manzanas ha sido este año (1931) excepcional en New England, y este aumento de producción coincidió con una depresión general del mercado, debida a la crisis económica. Los sin trabajo, por ejemplo, no podían comprar manzanas, y, como no podían comprar manzanas, se les dedicó a venderlas. Naturalmente, se hizo una gran publicidad. Se excitó el pundonor de los hombres, diciendo que en América nadie debe pasar hambre, y la piedad de las mujeres. Se presentó a los vendedores de manzanas como millonarios arruinados en la Bolsa. ¡Qué sé yo...! Ello es que la Compañía acaparadora está ganando lo indecible y que a los desocupados ningún empleo les había producido nunca tanto dinero como el empleo de desocupados.
Pero la cosa no concluye aquí. Al contrario, es aquí, casi, donde empieza. Al ver que los desocupados se sacaban quince y veinte dólares al día, hay quien dice que una gran Empresa acaparó toda la desocupación de Nueva York, en tal forma, que hoy no pueden ya vender aquí manzanas más hombres sin empleo que los hombres sin empleo empleados por esa Empresa. Esa Empresa le da a usted, por ejemplo, seis dólares diarios para utilizarle como hombre que no tiene jornal, y, el día en que el manager le despide a usted, ese día deja usted de ser un desempleado, y ya no puede solicitar el auxilio de las gentes bajo el pretexto de vender manzanas ni bajo ningún otro... Hay quien dice esto, y hay quien dice más todavía. Hay quien dice que los racketeers, estas magníficas organizaciones criminales de Nueva York —ya hablaremos de ellas extensamente—, que se hacen subvencionar por todo el mundo, desde los dueños de speakeasies, o establecimientos donde se venden bebidas espirituosas, a los limpiabotas y los barberos, intervienen también en la venta de manzanas, y se llevan, por lo menos, un centavo de los cinco que el comprador paga por cada una.
Por mi parte no afirmo nada, pero todo me parece verosímil, y, desde mi punto de vista, la verosimilitud es siempre más importante que la verdad. Aquí hay una gran crisis económica; pero tal es la vitalidad del país, que esta crisis económica se traduce fatalmente en nuevos y formidables negocios. En Francia se haría una campaña a favor del ahorro. Aquí, les parecerá a ustedes absurdo, pero se preconiza, en cambio, el despilfarro. «Para que la prosperidad vuelva —decía un letrero que he visto ayer en el cine— hay que poner en circulación mil millones más de dólares. Que cada ciudadano aumente en un dólar sus gastos del día, y la crisis estará resuelta inmediatamente.»
Y, en vista de que se gana poco, se gasta más que nunca. El pequeño comercio finge saldos, y la gente adquiere una cantidad de cosas que no necesita absolutamente para nada, y que, en rigor, no sirven para nada tampoco: recuerdos, chismes de fantasía, objetos de regalo que, en efecto, hay que acabar siempre por regalarle a alguien; artículos de Navidad, etc., etc., etc., etc.
La orgía bursátil
¡Magnífica orgía aquella orgía de la Bolsa neoyorquina, de donde han salido tantos hombres a vender manzanas en medio de la calle! Entonces todo el mundo jugaba. Con cien dólares en efectivo se podían manejar muchos miles en acciones, y a veces no hacía falta si quiera efectivo ninguno. El que tenía una profesión o un empleo, echaba una firma, y en paz. La Bolsa de Nueva York admitía toda suerte de boquillazos, y, al facilitar de este modo la compra de acciones, la demanda aumentaba, y, al aumentar la demanda, las acciones subían, y todos ganaban; y, como ganaban, compraban más acciones, y las acciones volvían a subir, y las gentes volvían a ganar, y el globo se iba dilatando, y, cuanto más se dilataba el globo, ascendía aún mucho más alto, y nadie pensaba en el reventón inevitable. Ésta es, en su primera parte, la historia de la última catástrofe bursátil que ha ocurrido en Nueva York. Segunda parte: un bell-boy del hotel, que acaba de traerme hielo, me ha dicho que tiene que apartar veinticinco dólares cada semana para cubrir su déficit en la Bolsa. Los chicos de los ascensores están en el mismo caso, y el jefe del limpiabotas paga doscientos dólares al mes. Sólo me falta por interrogar a una negra que me limpia el cuarto todos los días cantando unas canciones del Sur al ritmo del aspirador eléctrico, pero temo que, si la interrogo, se ponga triste y deje de cantar.
Todos estos pequeños menestrales —los limpiabotas, las criadas, los chicos de recados, etcétera— se sacaban por aquel entonces sus buenos cien o doscientos dólares una semana con otra, y la vida no tenía limitaciones para ellos. ¿Que el «dulce corazón» quería un abrigo de pieles? Pues allá iba el abrigo de pieles para que el dulce corazón no se enfriase. ¿Que en qué restaurant se cenaba? Pues en el que tuviese la mejor revista de todo el Broadway. ¿Que si el elevado o un taxi? Desde luego, un taxi, pero para la próxima ocasión convendría ir pensando si era preferible comprar un Buick de segunda mano o un Ford nuevecito del último modelo. Nadie reparaba en los precios de las cosas, porque todo se vendía a cualquier precio que fuese. Los comerciantes se hacían de oro, y Nueva York parecía una ciudad de las mil y una noches.
Pero no crean ustedes que Nueva York se ha achicado mucho con la catástrofe. Al contrario, Nueva York ama el peligro y adora las catástrofes, que constituyen, en último término, una de sus mejores formas de publicidad. Si las gentes no pudieran arruinarse aquí de la noche a la mañana, tampoco podrían enriquecerse de la mañana a la noche. La segunda posibilidad lleva implícita la primera, y a la hora actual Nueva York sigue lanzando nuevos negocios e inflando nuevos globos. El globo de la crisis comercial, por ejemplo, el globo de la desocupación y la miseria, no sería extraño que llegase a adquirir un volumen comparable al del globo de la prosperidad.
En España no ocurren catástrofes. Nadie se arruina en nuestra tierra de una manera colectiva; pero si se arruinase alguien, ¿en qué se lo íbamos a conocer? Tendríamos que esperar hasta que se le rayera el traje y se le torciesen los tacones, porque, en fin, yo no sé de ningún ciudadano que pague ahí 20.000 duros mensuales de alquiler para que, verdaderamente, pudiera suponer una diferencia notoria su tránsito del estado de inquilino al estado de vagabundo. Claro que a veces, y de un modo individual, se arruina un rico en España o se enriquece un pobre, pero también a veces nace una ternera con cinco patas o le brotan a una mujer unas barbas hasta la cintura. Cuando se enriquece un pobre en España o cuando se arruina un rico parece que se hubiera subvertido no ya el orden social, sino el propio orden de la Naturaleza. Es algo así como si un braquicéfalo rubio, después de treinta o cuarenta años de ser braquicéfalo y de ser rubio, se transformase inopinadamente a la vista del público en un dolicocéfalo moreno. En España uno es rico o es pobre como es alto o bajo, chato o narigón y de ojos negros o de ojos azules. Es rico o pobre, generalmente por herencia, y por una herencia que tiene todos los caracteres de la herencia fisiológica.
La ciudad sin clima
Nueva York es una ciudad sin clima. Tiene calefacción y frigorificación, pero no tiene clima. Toda la temperatura de Nueva York es importada. El frío viene directamente del Polo, a gran velocidad, y el calor procede del golfo de México. A veces, no bien acaba de llegar una remesa de frío por la Grand Central Station, cuando aparece por la estación de Pensylvania una remesa de calor, y uno, no pudiendo determinar si tiene mucho calor o si tiene mucho frío, busca en los diarios el boletín meteorológico para saber a qué atenerse; pero los zaragozanos neoyorquinos no hacen jamás declaraciones concretas. «Temperatura baja, con tendencia a subir. Vientos del Norte, del Sur, del Este y del Oeste. Lluvia probable. Quizá nieve. Tal vez granizo. Parcialmente nublado. Buen tiempo. Barómetro muy variable.»
En este país donde todo se encuentra estandarizado, lo único que cambia es el estado del tiempo. No tomen ustedes a broma el boletín meteorológico que acabo de reproducir. Todos los fenómenos anunciados en él pueden producirse aquí, y se producen muy a menudo, en un mismo día. De hora a hora la temperatura tiene oscilaciones enormes. Tan pronto llueve torrencialmente como luce un sol espléndido. El Hudson está, poco más o menos, a la latitud del Tajo, y cada quince o veinte días aparece helado, aun en plena primavera. Del Norte o del Sur, los vientos llegan siempre aquí tal y como salen, sin tropezarse en todo el camino con un solo accidente que los modifi que, y, al pasearse por Nueva York, uno tiene con frecuencia la sensación epidérmica de andarse paseando entre Veracruz y el Polo. A veces el aire sopla con tanta violencia, que toda la floresta de los rascacielos gime y se estremece a su empuje, y, minutos después, el humo de las fábricas se eleva majestuosamente en una calma perfecta.
Los neoyorquinos creen que, con tener un radiador echando chispas en cada habitación y un frigorífico en cada cocina, ya no hay problemas para ellos; pero, en fin, la calefacción central no tiene todavía categoría de clima, y el frío industrial tampoco, y Nueva York necesita un clima propio con la mayor urgencia. No un clima doméstico, sino un clima de calle. No un clima casero, sino un clima general.
Sería admirable, desde luego, el que en los Estados Unidos no hubiese clima, porque el clima desarrolla el carácter y diferencia a unos hombres de otros. Sería admirable, pero sólo a condición de que la gran República pudiera aislarse y no recibiese nunca la infl uencia de climas extraños. Para estar a merced de los hielos septentrionales o de los ciclones tropicales más vale que míster Ford empiece a fabricar en Detroit una temperatura estándar y que la distribuya desde allí, con un igual porcentaje de humedad, por todos los Estados de la Unión. Y, mejor aún: ¿por qué no cogen los Estados Unidos el Gulf Stream y lo cambian de curso? Eso de que el Gulf Stream vaya a entibiar las costas de Europa está en abierta contradicción con la doctrina de Monroe, y, así como el famoso Big Bill Thompson se ha hecho elegir por tres veces alcalde de Chicago con este programa: «Echemos de Chicago al rey Jorge», no veo por qué no ha de presentarse candidato a la presidencia de la República con este otro: «Restituyámosle a América el Gulf Stream».
Las dificultades técnicas para desviar el curso de la corriente no creo que fuesen insuperables, y el gasto quedaría muy pronto compensado con una sola cosa: los gabanes de pieles que Europa, muerta de frío, no tendría más remedio que comprar aquí.
Antropología intestina
Si quisiéramos incorporar a lo que en términos generales se llama Historia la historia particular de Nueva York, nos haríamos un lío espantoso, porque lo que en términos generales se llama Historia suele ser historia social, o historia religiosa, o historia política, y la historia de Nueva York es, pura y simplemente, historia natural. Todos ustedes conocen el cinematógrafo acelerado, en el que, a la vista del público, las semillas se convierten en plantas, las flores en frutos y los gusanos en mariposas. Pues Nueva York tiene un ritmo comparable tan sólo al del cinematógrafo acelerado. Nariz judaica o pómulo tártaro, belfo semita o párpado mongol, todas estas creaciones milenarias, que parecen poseer un carácter permanente, Nueva York las destruye y las cambia por otras en el espacio de dos o tres generaciones, y durante el período evolutivo la Humanidad nos ofrece aquí los más sorprendentes espectáculos. Negros de nariz aquilina, escandinavos con pigmentación negroide, judíos chatos, mulatos barbudos... La pelambrera en astracán de los hijos del África sobre la cabeza cuadrada del germano o la mirada oblicua del chino en la clara pupila del anglosajón.
—No. No se fije usted demasiado —parecen decirle a uno los padres de estas extraordinarias criaturas cuando uno se pone a observarlas—. Esto no es más que un anteproyecto, una maquette de carácter provisional. Vuelva usted a la próxima generación y entonces podrá ver ya el proyecto definitivo.
A veces un ciudadano se presenta ante usted con unas narices tan notoriamente opuestas a todo el resto de su fisonomía, que usted empieza a entrar en sospechas.
—Estas narices —piensa usted— no pueden haber sido adquiridas de un modo legítimo.
Y, en efecto, aquellas narices representan una usurpación antropológica, y, si usted pudiese hablar francamente, le aconsejaría a su portador que procurase cambiarlas por otras en la generación venidera.
Pero no todo son narices o ángulos faciales, pigmentos ni tegumentos en esta metamorfosis acelerada a que está sometida aquí la Humanidad. Un italiano, por ejemplo, no necesita para americanizarse el mismo desgaste de pómulos que un tibetano, y, sin embargo, el proceso de su adaptación a este medio tiene una emoción enorme. Yo he visto el otro día a una familia italiana cuyos hijos no eran ya italianos, sin que hubiesen llegado tampoco a ser americanos todavía, y si las chicas me hacían pensar en unos pájaros que estuviesen cambiando de pluma, los muchachos me recordaban al cangrejo cuando muda el caparazón. En la forma, todavía italiana, de las caras femeninas, la expresión empezaba ya a ser americana. Los cuerpos no habían llegado aún a adquirir la esbeltez estándar del cuerpo neoyorquino, y al ponerse en movimiento con este ritmo de shimmy que usan aquí todas las chicas para andar, producían una impresión de ambigüedad verdaderamente patética. En rigor, podría decirse que, desde los ademanes a la voz, todo era un poco ambiguo en aquella familia, y es que aquella familia no había acabado aún de americanizarse y estaba, como si dijéramos, en pleno período de pubertad antropológica.
Nota de la Redacción: agradecemos a Alhena Media la gentileza por permitir la publicación de esta parte del libro de Julio Camba, La ciudad automática (Alhena Media, 2008).
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